Ofensiva terrestre en Gaza supone una compleja guerra urbana

Conflicto. Varias personas buscan supervivientes tras un ataque aéreo de la aviación israelí en el campo de refugiados de Khan Younis al sur de la Franja de Gaza. EFE
Conflicto. Varias personas buscan supervivientes tras un ataque aéreo de la aviación israelí en el campo de refugiados de Khan Younis al sur de la Franja de Gaza. EFE

Los expertos auguran que esta intervención será más prolongada que las anteriores y advierten que la afectación en las zonas urbanas no tiene precedentes.

Redacción MADRID

Israel tiene experiencia previa en operaciones terrestres en la Franja de Gaza pero todo parece indicar que la que está próximo a lanzar sobre este territorio costero con vistas a eliminar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) no será comparable con las anteriores, dado que el golpe asestado por los milicianos en suelo israelí tampoco tiene precedentes.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, otros miembros de su Gobierno y altos cargos militares ya han advertido desde que el 7 de octubre de 2023 cientos de milicianos de Hamás atacaron por sorpresa por tierra, mar y aire Israel, dejando más de 1.400 muertos y unos 200 secuestrados, que la respuesta marcará un antes y un después no solo en Gaza, sino en la región en su conjunto.

Los expertos advierten que dada la complejidad del escenario de Gaza, donde Israel tendrá que enfrentarse a una guerra en un contexto urbano en una de las zonas del mundo más densamente pobladas, y al objetivo declarado de borrar del mapa a Hamás, esta ofensiva será más larga que las anteriores.

Durante la operación ‘Plomo Fundido’ en enero 2009, Israel mantuvo tropas desplegadas en suelo gazací durante quince días, mientras que en julio de 2014, con la operación ‘Margen Protector’, la operación terrestre se prolongó durante 19 días. En este último caso, Israel se hizo con el control de algunas zonas fronterizas con vistas a sellar los túneles empleados por Hamás para el contrabando de alimentos, armas y combatientes.

Más acorde con el planteamiento actual sería la operación de 2009. Entonces, tras intensos bombardeos de artillería y aéreos, tropas terrestres penetraron en Gaza, atacando posiciones de Hamás y destruyendo sus arsenales y arrasando también a su paso con excavadoras las calles para facilitar la circulación de sus tanques y blindados.

Hamás es más letal

Hamás es ahora «una organización mucho más letal, que ha incorporado la lecciones aprendidas de anteriores conflictos en sus tácticas y estrategias» y que además se beneficia del apoyo de Irán traducido en fondos, armamento y entrenamiento de sus combatientes en tecnologías emergentes, como los drones, alerta The Soufan Center, en un análisis.

Este centro especializado en cuestiones de seguridad incide en que vista la «metódica planificación» del ataque del 7 de octubre, en el que se emplearon entre otras cosas drones y combatientes que entraron en parapente, cabe esperar que «Hamás haya dedicado un tiempo significativo en planificar la siguiente fase, realizando una preparación exhaustiva del campo de batalla en Gaza que complique las operaciones del Ejército israelí».

Hamás juega con ventaja, dado que en la Franja existe una amplia red de túneles por los que sus combatientes pueden desplazarse con facilidad y también mover parte de su armamento, algo que intentará hacer valer aprovechando también su mejor conocimiento del terreno, empleando artefactos explosivos improvisados, granadas propulsadas por cohetes o francotiradores frente a la superioridad armamentística de Israel.

Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) cuentan con efectivos preparados para este tipo de guerra urbana expresamente en un centro de entrenamiento al que se ha bautizado como ‘mini Gaza’. EUROPA PRESS

Hamás tiene en su poder a unos 200 rehenes, entre los que hay israelíes pero también ciudadanos de otros países.