Occidente rinde tributo a Gorbachov y Rusia le despide con frialdad

El expresidente estadounidense George H.W. Bush. (i), el expresidente soviético Mijaíl Gorbachov (c) y el excanciller alemán Helmut Kohl (d), en 2005.

El legado de Mijaíl Gorbachov divide nuevamente al mundo. Conozca quiénes destacaron su trabajo político. 

Los líderes mundiales rindieron hoy tributo a la memoria del último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, y destacaron su aportación al término de la Guerra Fría, mientras que en Rusia su deceso fue recibido casi con frialdad, pues muchos en el país asocian su figura al colapso de la Unión Soviética.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Gorbachov era un hombre con «visión extraordinaria», un líder poco común, con la imaginación para ver que un futuro diferente era posible y el coraje para arriesgar toda su carrera para lograrlo.

«No olvidaremos que la perestroika hizo posible el intento de establecer una democracia en Rusia, y que la democracia y la libertad pudieran ser una realidad en Europa, que Alemania pudiera reunificarse y que el telón de acero desapareciera», subrayó el canciller alemán, Olaf Scholz.

Agregó que el último dirigente soviético fue «un valiente reformista y un estadista que se atrevió a mucho», epítetos elogiosos que repitieron mandatarios de diversas latitudes.

Dentro de Rusia, para el presidente Vladímir Putin, Gorbachov «fue un político y un estadista que influyó enormemente en la marcha de la historia mundial», según el telegrama de condolencias que envió a la familia del político fallecido.

El mandatario destacó que Gorbachov dirigió el país en un «período de complejos y dramáticos cambios, de desafíos sociales, económicos y de política exterior de gran envergadura», pero omitió todo juicio de valor sobre su gestión y su política de transformaciones democráticas conocidas como la perestroika.

Gorbachov y el colapso de la URSS

Y es que son muchos los rusos que achacan a Gorbachov y a su política de cambios el colapso de la Unión Soviética, que el propio Putin llegó a calificar como «la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX».

Para el líder de los comunistas rusos, Guennadi Ziugánov, Gorbachov fue «uno de aquellos gobernantes que traen desdicha y desgracias a su pueblo».

Otros políticos rusos, como el jefe del partido oficialista Rusia Justa, Serguéi Mirónov, han reconocido que la política de Gorbachov fue para los soviéticos una bocanada de aire fresco y una esperanza de grandes cambios.

Los 30 años de paz

El periodista opositor ruso y Premio Nobel de la Paz, Dmitri Murátov, afirmó que Gorbachov regaló al mundo tres decenios de paz, sin amenaza de guerra atómica, y siempre puso los derechos humanos por encima de los intereses del Estado.

«Nos regaló 30 años de paz, sin amenaza de una guerra nuclear y global. ¿Quién más puede ser capaz de eso?», señaló Murátov, quien añadió que «el regalo se acabó» y que «no hay ni habrá más regalos».

Según el director del periódico independiente «Nóvaya Gazeta», cerrado en Rusia y que Gorbachov ayudó a fundar, el fallecido estadista despreciaba la guerra y consideraba que «el tiempo de resolver los asuntos del orden mundial por la fuerza había quedado en el pasado».

Murátov recordó que la aversión de Gorbachov por la guerra era tal, que en una ocasión le contó que se había negado en un simulacro militar a pulsar el botón de ataque nuclear.

El funeral erá el sábado

Los funerales del último líder soviético, cuyos restos reposarán junto a los de su esposa, Raísa, fallecida en 1999, en el cementerio Novodévichi de Moscú, tendrán lugar el próximo sábado, anunció Irina, su hija.

La capilla ardiente será instalada en la histórica Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos y estará abierta al público entre las 10:00 y 14:00 hora de Moscú, dijo un portavoz de la Fundación Gorbachov.

En esa misma sala tuvieron lugar los velatorios de todos los líderes que antecedieron a Gorbachov al frente de la Unión Soviética, a excepción de Nikita Jruschov.

Gorbachov falleció, ayer, a la edad de 91 años en el Hospital Clínico Central de Moscú donde se hallaba ingresado desde hace meses debido a una grave enfermedad. (EFE)