Gripe aviar deja estampa de muerte en playas del Pacífico

TRAGEDIA. Lobos marinos muertos en la playa La Liserilla, el 4 de abril de 2023, en Arica, región de Arica y Parinacota (Chile).
TRAGEDIA. Lobos marinos muertos en la playa La Liserilla, el 4 de abril de 2023, en Arica, región de Arica y Parinacota (Chile).

El actual brote amenaza con provocar un desastre ambiental en especies marinas autóctonas de América del Sur.

REDACCIÓN INTERNACIONAL

La costa suramericana del Pacífico ha devenido en las últimas semanas en un triste y peligroso camposanto animal plagado de miles de cadáveres de lobos marinos, pingüinos y otras aves víctimas de un agudo brote de gripe aviar que amenaza con provocar un desastre ambiental en especies marinas autóctonas de la región.

En Chile, donde la primera ave silvestre infectada se detectó en diciembre, se contabilizaron a finales de marzo 1.535 lobos marinos y 730 pingüinos de Humboldt fallecidos a causa del virus.

En Perú, las autoridades estiman que al menos 5.000 lobos de mar han muerto infectados, lo que representa un 5% de la especie particular de lobos chuscos (Otaria flavescens), mientras que en Ecuador algunos de animales de esta especie han aparecido varados en playas de las provincias de Santa Elena y El Oro.

Especies afectadas

En la ciudad de Valdivia, en el sur de Chile, más de 250 cisnes de cuello negro murieron por el virus, una mortandad que podría afectar hasta el 15% de la población de esta especie, según los expertos de la zona. La epidemia ya ha llegado hasta el extremo austral del país, en la región de Magallanes, donde se registró el contagio de una gallina.

Según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) peruano, desde que empezó el primer brote, han muerto cerca del 40% de pelícanos que habitaban las costas del país andino. Por su parte, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) estima que han fallecido del 15% al 20% de los que poblaban estas zonas, por lo que piden que se recategorice la especie en «peligro crítico».

«Durante los últimos meses, en la epidemia registrada tanto en Centro como Sudamérica, quizás la especie más afectada, en cuanto a niveles de mortalidad es el pelícano y las gaviotas«, apuntó el especialista en Epidemiología Veterinaria de la Universidad de Chile Christopher Hamilton-West.

En Ecuador, si bien se han reportado más de 1,2 millones de aves muertas o sacrificadas por la aparición de varios brotes en granjas industriales, según señaló el Ministerio de Ambiente, «no se ha registrado mortalidad masiva ni lobos con sintomatología sugerente a influenza aviar y no se han diagnosticado casos positivos».

Para el especialista en Epidemiología Veterinaria de la Universidad de Chile Christopher Hamilton-West, es una situación «inédita» ya que por primera vez se produce el ingreso a Sudamérica de un virus influenza aviar «de alta patogenicidad» y de origen Euroasiático. EFE

Preocupación latente

La mayor preocupación es que el virus salte a los seres humanos. Al respecto, La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó de un aumento de focos del virus en aves de diez países de Latinoamérica y dos meses después, en marzo, se informó del primer caso de esta enfermedad en un humano, que se transmitió a una niña de 9 años de una aldea de Ecuador. En el continente se detectó el virus por primera vez en diciembre de 2014. La gripe aviar lleva más de dos décadas en circulación y, aunque nunca ha llegado a transmitirse eficazmente entre personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 2003 ha saltado casi 900 veces a los humanos.

Las alarmas por la gripe aviar se encendieron en Perú en noviembre, cuando se reportaron los primeros casos de pelícanos muertos.
En el territorio ecuatoriano, la alerta se mantiene, especialmente en las Islas Galápagos.