En redes sociales esta teoría había tomado fuerza, especialmente en Europa.
Los signos y síntomas de la hepatitis autoinmune varían de una persona a otra.
Sin embargo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha informado que “las pruebas disponibles no apoyan una relación causal entre las vacunas de Pfizer (Comirnaty) y Moderna (Spikevax) y casos muy raros de hepatitis autoinmune (AIH, por sus siglas en inglés)”.
La AIH es una enfermedad inflamatoria crónica grave del sistema inmunitario que ataca y daña el hígado.
A pesar de que los signos y síntomas de la hepatitis autoinmune varían de una persona a otra, pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel), edema (acumulación de líquido en las piernas) o ascitis (en el vientre) y síntomas gastrointestinales.
EMA ha concluido que “las pruebas disponibles no justifican actualmente una actualización de la información del producto de las vacunas”, según exponen en un comunicado.