El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva iniciará con un escaso margen de maniobra

Promesas de Lula se contraponen con la realidad de Brasil
Promesas de Lula se contraponen con la realidad de Brasil

El panorama económico de Brasil está marcado por deuda pública se sitúa en torno al 76,8% del producto interno bruto.

Redacción SAO PAULO

La principal promesa electoral del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, supondrá una mayor presión en las cuentas públicas, puesto que destinará 145.000 millones de reales (unos 27.800 millones de dólares) a ayudas sociales, una partida que excederá el límite presupuestario y obligará a aumentar el endeudamiento.

El Gobierno de Lula, que inicia el 1 de enero de 2023, tendrá que hacer malabares para expandir el gasto público a la vez que deberá mantener la disciplina fiscal, una tarea especialmente difícil con una economía que tiende a enfriarse.

El rígido sistema fiscal y presupuestario de Brasil y las maltrechas cuentas que deja el Gobierno de Jair Bolsonaro, dejan un margen de maniobra muy escaso para poner en marcha las nuevas políticas económicas.

Actualmente, la deuda pública se sitúa en torno al 76,8% del producto interno bruto (PIB), con tendencia a la baja desde el pico de 90% que se alcanzó en los primeros meses de la pandemia, pero todavía sigue en niveles elevados.

Brasil, además, se mantiene en déficit primario (antes del pago de intereses) desde finales de 2014, lo que ha llevado al país a acumular un déficit consolidado del 4,21% del PIB.

Capacidad de maniobra

Los gastos obligatorios del Gobierno, tales como el pago de salarios de funcionarios, seguridad social o pensiones, han crecido de forma constante en los últimos años, en parte a consecuencia del envejecimiento de la población, y en 2023 llegarán a consumir el 93,7% del presupuesto público.

Esto deja en caja unos 132.200 millones de reales (cerca de 25.300 millones de dólares), para dedicar a inversiones y a programas de Gobierno.

Ese importe significa una caída del 14,9% con respecto al presupuesto disponible en 2022, según cálculos del centro de estudios Fundación Getúlio Vargas (FGV).

Este 2022, el Gobierno de Bolsonaro ya ha enfrentado problemas para pagar salarios y becas universitarias, o para ofrecer ciertos servicios. EFE

Desempleo y pobreza

La tasa de desempleo se sitúa en el 8,7% de la población activa, el menor nivel desde 2015, pero los economistas temen que el enfriamiento de la economía pueda repercutir en el mercado laboral.

A pesar de la mejoría del empleo en el último año, la pobreza se disparó en 2021, llegando al 29,4% de la población, lo que supone 62,5 millones de personas, y los niveles de miseria se dispararon hasta el 8, % de los habitantes de Brasil, que dependen de las ayudas para subsistir.

El equipo de transición garantizó que el acto de investidura será "pacífico", a pesar de las amenazas de terroristas que se resisten al resultado de las urnas.