El Gobierno alemán y los estados federados acordaron ayer decretar un “confinamiento duro: a partir de este miércoles para intentar detener la propagación del coronavirus.
Las restricciones a la vida pública y la actividad comercial determina que todo comercio no esencial debe cerrar desde el 16 de diciembre. Los colegios saldrán de vacaciones hasta el 10 de enero y las reuniones familiares permiten un máximo de cinco adultos de dos domicilios; se mantiene el teletrabajo y se prohíben los viajes.
El ministro de finanzas, Olaf Scholz, anunció que se aprobará un nuevo paquete de ayudas sociales.