Estudiantes dicen sentirse más seguros en casa, aún hay temor en salir a las calles.
Hay opiniones diversas en cuanto a la continuidad de las clases virtuales, tal como lo anunció el Ministerio de Educación.
Nehemías Romero es uno de los 40 niños de cuarto año de educación básica de la escuela Manuel de Jesús Calle de Quevedo, que iniciaron clases virtuales desde el pasado miércoles 10 de enero. El menor, de nueve años, se conecta a las 09:00 en la computadora de su madre y juntos siguen las clases dirigidas por la maestra de manera telemática.
Aunque le gusta participar en las clases virtuales, Nehemías dijo que lo negativo de esta modalidad es la imposibilidad de jugar con sus compañeros de clase.
Señaló también que no todos sus compañeros se conectan, atribuyendo esta situación a la falta de acceso a internet. A su corta edad, comprende que no todos tienen las mismas posibilidades de contar con el servicio o una buena conectividad para recibir las clases.
Por otra parte, María Figueroa, madre de dos adolescentes que asisten a la Unidad Educativa Nicolás Infante Díaz, expresó que sus hijos se sienten desorientados con el entorno de las clases virtuales, ya que así fue como cursaron sus estudios durante la pandemia.
“Esto vuelve a tomar por sorpresa a los estudiantes. Se adaptan, pero parece que prefieren la presencialidad, porque en casa se sienten un poco desorientados y la motivación para recibir las clases también se vuelve tediosa. La pereza y el aburrimiento les ganan. Sin embargo, preferimos esta modalidad porque el presidente y las autoridades del Ministerio de Educación deben analizar bien la situación antes de regresar a las aulas’’, comentó la mujer.
Sostuvo que preferiría que el año lectivo culmine de manera virtual; según el cronograma establecido, las clases finalizarán la segunda semana de febrero, justo después del feriado de Carnaval.
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El Ministerio de Educación anunció ayer que las clases en modalidad virtual se extenderán hasta mañana y se anticipa el regreso a la presencialidad para el próximo lunes 22 de enero. Esta decisión se basa en el continuo monitoreo de la situación del sistema de Educación Nacional para garantizar la integridad de todos.
“Prefiero esta modalidad, así estamos más tranquilos con la declaración de Estado de Guerra. Todavía tenemos miedo. Es la mejor decisión que han tomado las autoridades del Ministerio de Educación hasta que este conflicto interno de inseguridad que vivimos sea controlado”, expresó Johanna Hurtado, madre de familia de la escuela Fausto Molina, Quevedo. Valeria Segura, estudiante de la carrera de Comunicación en la Universidad Técnica de Babahoyo (UTB), consideró que regresar a las aulas es beneficioso, pues se facilita la adquisición de conocimientos con los docentes. (LL)
En la Costa y Galápagos culminará el año lectivo el 19 de febrero de 2024.