Las enfermedades no transmisibles son responsables de 41 millones de decesos anuales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia crucial de la prevención y el cuidado integral en el ámbito de la salud global. Más del 60% de las enfermedades crónicas no transmisibles podrían prevenirse o gestionarse eficazmente mediante intervenciones adecuadas. En este contexto, la detección temprana y el acceso a chequeos médicos regulares son fundamentales.
Para cuidar de nuestra salud es recomienda realizar exámenes básicos, como análisis de sangre, para identificar posibles anomalías en los niveles de glucosa, colesterol y otros marcadores de salud. Además, es vital realizar evaluaciones específicas según la edad, el género y los factores de riesgo individuales. Por ejemplo, las mujeres deben someterse a pruebas como el Papanicolaou para la detección temprana del cáncer cervical, y las mamografías periódicas para detectar el cáncer de mama. Para los hombres mayores de 50 años, es esencial realizar chequeos de próstata.
Adoptar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable son medidas importantes. También se insta a evitar el consumo de tabaco y alcohol, así como a practicar una buena higiene para prevenir enfermedades infecciosas.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las enfermedades no transmisibles (ENT) son responsables de 41 millones de fallecimientos anuales, representando el 71% del total de muertes a nivel mundial. En la Región de las Américas, estas enfermedades causan 5,5 millones de decesos cada año.
Entre las ENT, las enfermedades cardiovasculares son las más mortales, seguidas del cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes.