Virgen de piedra al Vaticano: Una estafa que decepcionó a los lojanos

Virgen de piedra al Vaticano: Una estafa que decepcionó a los lojanos
PROBLEMA. La escultura en piedra se convirtió en el centro de una estafa manipuladora que afectó la fe de millones de devotos.

La iniciativa del gobierno ecuatoriano para entronizar la Virgen del Cisne en el Vaticano resultó en una estafa manipuladora que dejó perplejos a millones de devotos.

En el corazón de una de las advocaciones marianas más queridas de Ecuador, la Virgen del Cisne, se tejía una trama de engaño y manipulación que sacudió la fe de millones. La iniciativa de entronizar una réplica de la venerada imagen en los Jardines del Vaticano fue concebida no como un acto de devoción, sino como una artimaña política. La imagen se convirtió en una ficha en el juego electoral del gobierno de Rafael Correa, quien buscaba influir en los creyentes antes de las elecciones presidenciales de 2017.

Creación

La escultura en piedra, que representaba la figura religiosa, fue creada por el artista Luis Viracocha de Quito y su hermano, miembros de una familia ecuatoriana con experiencia en la esculpida piedra para convertirla en obras de arte.

Virgen de piedra al Vaticano: Una estafa que decepcionó a los lojanos
OBRA. Luis Viracocha, creador de la escultura.

Fraude

La iniciativa de entronizar la imagen, aparentemente originada por ciudadanos, fue en realidad concebida en el ámbito político. Un año antes de las elecciones, los candidatos correístas Lenín Moreno y Jorge Glas se encontraban en plena contienda. En este contexto, un grupo de altos funcionarios, legisladores y asesores afines al correísmo, bajo la dirección de Diego Riofrío Jaramillo, asesor de María Alejandra Vicuña (exvicepresidenta), y Yuber Cuenca, dueño de una agencia de viajes, planificaron esta estratagema. El exvicepresidente Jorge Glas respaldó la propuesta política.

En junio de 2016, Verónica Arias, entonces asambleísta por Loja, anunció en un evento público que la Virgen sería honrada en los Jardines del Vaticano. A pesar de las atractivas promesas de incremento del turismo religioso y de difusión global de la tradición, se tejía una trama de eventos que culminaría en la decepción y el descontento de los devotos. Durante esa misma intervención, Arias anunció un viaje al Vaticano donde podrían participar miles de lojanos y una delegación sería recibida por el Papa Francisco y oficializar la entrega.

Diego Riofrío Jaramillo y Yuber Cuenca eran los líderes visibles de esta operación. A través de una página de Facebook destinada a promover la iniciativa, Riofrío Jaramillo posaba junto a la imponente escultura de piedra de la Virgen del Cisne, que recorrió el país antes de desaparecer en circunstancias misteriosas. A pesar de los retrasos en la realización, el prometido viaje al Vaticano nunca se materializó, dejando en la incertidumbre a aquellos que habían invertido en él.

A medida que el fraude salía a la luz, los políticos que inicialmente celebraron la iniciativa optaron por el silencio. Incluso las autoridades religiosas que respaldaron el proyecto en sus inicios tomaron distancia. La decepción entre los creyentes fue palpable y la fe se erosionó debido a la codicia y la deshonestidad.

Cuenca fue condenado a siete años de prisión por estafar a varias personas, incluyendo a algunos de la tercera edad. Además de la sentencia de encarcelamiento, el tribunal ordenó que pagara una multa sustancial y reembolsara el dinero entregado a cada una de las víctimas identificadas en el proceso, además de los intereses legales generados desde la fecha de la entrega de los fondos hasta su total cancelación.

La defensa de Cuenca alegó que el tour al Vaticano tenía la aprobación del Ministerio de Turismo y la Vicepresidencia de la República, pero que por circunstancias ajenas no pudo llevarse a cabo. Según su testimonio, el dinero recibido se utilizó para la logística del viaje, imprimir libros sobre la entronización y pagar al escultor. Una entrevista con Viracocha en 2017 señala que nunca recibió pago por la escultura y que incluso se le pidió dinero para financiar el viaje de él y su familia para entregar la obra en el Vaticano.

El juicio contra Yuber Cuenca y uno de sus sobrinos comenzó en noviembre de 2016. Hasta el momento, el paradero de la imagen sigue siendo desconocido y no existe ningún registro que confirme la colocación en el Vaticano.