De las 40 mil hectáreas de bosque de guayacanes que florecen cada año en Zapotillo, un buen porcentaje ya floreció en la parroquia Bolaspamba, hace algunos días, el resto del territorio está en sequía. Los pobladores esperan las primeras lluvias del 2023 para el florecimiento y la producción agrícola de los agricultores.
Situación
Gladis Astudillo, presidenta de la parroquia Cazaderos, manifestó que hace una semana concluyó el florecimiento de los guayacanes en la vecina parroquia de Bolaspamba, incluso algunos turistas de El Oro, Azuay y Loja visitaron Cazaderos para disfrutar del Mirador, la zona de Cocodrilos y deleitarse de la gastronomía del lugar como: la gallina criolla, chivo al hueco, entre otros platos de la zona.
En esta parroquia, al igual que en Mangahurco, no ha habido presencia de lluvia, lo que ha empezado a afectar al pueblo, pero no solo para que se dé el florecimiento del bosque, sino al sector productivo, ya que los agricultores no pueden sembrar el maíz y otras plantaciones, por la sequía.
Desde finales de 2022 no ha llegado el agua, únicamente el año pasado hubo lloviznas breves que no fueron fructíferas para la zona.
Sequía
A decir de la Presidenta, esta parroquia ya empieza a sentir la sequía, ahora es temporada de siembra del maíz, tomate, sandía, y otros productos, pero los agricultores no han podido plantar, porque incluso los pozos someros también han empezado a quedarse sin agua. En noviembre de 2022 la Prefectura limpió algunos pozos, pero en algunas familias ya están preocupados por la falta de lluvia. En otros años en esta época ya se hacían presentes las lluvias.
EL DATO
Lluvias no avanzan a parroquias de Zapotillo, desde el 2020 sufren un alto índice de sequía.
TOME NOTA
Cazaderos y Mangahurco en sequía, florecimiento aún no llega a estas parroquias.