La responsabilidad y rentabilidad social, políticas de estado para reorientar el Simert

La responsabilidad y rentabilidad social, políticas de estado para reorientar el Simert
SIMERT. En estos últimos días, el control del Simert no se ha realizado en algunas calles de la ciudad.

“Las reformas del Simert no han sido socializadas, ni siquiera con la directora. El Municipio no tiene el control administrativo y financiero de las dependencias del Simert, no sabe cuántas tarjetas se imprimen o se sellan”.

La red del territorio vial del cantón Loja, desde el orden económico, social y político, ha sido concebida como parte de una estructura del movimiento de la economía de la ciudad, en favor de los ciudadanos y de recursos para las arcas fiscales municipales.

Un sistema vial se diseña y se desarrolla para actividades netamente humanas, como: transporte de pasajeros, transporte y movimiento de materias primas, de mercancías e insumos con valor agregado y/o recursos naturales desde un punto geográfico hacia otro de una jurisdicción.

Reforma

“La última reforma que realizamos al Simert fue en noviembre de 2021, ahora, Tránsito presenta una reforma que tiene muchas confusiones y trae problemas estructurales y que no resuelven absolutamente nada para la operatividad del Simert”, dijo el concejal Patricio Lozano en el programa Expresión Polítika, que se transmite los sábados a las 07:30 por Radio Planeta 106.1 FM, Diario La Hora y SR. Radio.

Patricio Lozano señala que esta reforma es una iniciativa de la Dirección de Tránsito, la misma que no ha sido socializada, ni siquiera con la directora del Simert, por ello es necesario ampliar el debate para ir a una verdadera reforma que beneficie a los usuarios y a la institución.

“Desde la alcaldesa, los directores municipales, los concejales, todos conocemos, todos sabemos sobre el tema de la duplicidad de las tarjetas, tarjetas alteradas, clonadas, por ello le hemos dicho a la alcaldesa que este es el momento, porque estas reformas siguen solapando el nivel de corrupción en esta dependencia, porque no resuelve nada, es una reforma más administrativa de cuestiones de coordinación, que no toca el tema estructural del Simert”, sostiene Patricio Lozano.

Pablo Sanmartín Rodríguez, director del programa Expresión Polítika, dice que un sistema vial permite el desarrollo de actividades recreativas y de ocio de una población; pero, la principal actividad que sostiene una red vial, es la económica, industrial y comercial, que es el diario vivir de una comunidad y de un Estado. En el caso de los habitantes de Loja, el territorio vial del cantón significa vías para el trabajo, prosperidad económica, recreación poblacional y desarrollo de vida.

La responsabilidad y rentabilidad social, políticas de estado para reorientar el Simert
VEHÍCULO. Este Suzuki, de color azul oscuro, de propiedad de uno de los controladores del Simert, permanece sin tarjeta.

La amenaza del Simert

La amenaza del Sistema de Estacionamiento Rotativo Tarifado (Simert) de hoy es visible, no permite o coadyuva a fortalecer el comercio, la industria, como dice la estrofa del Himno a Loja. La industria y el comercio construidos desde la base de pequeños capitales hasta el día de hoy, cuya capacidad económica no les ha permitido desarrollar estructuras de estacionamiento propias, cuyo aporte de infraestructura municipal para la supervivencia del comercio y la industria local, es de vital importancia en la actualidad.

Patricio Lozano cuestionó el accionar del director Financiero del Municipio de Loja, que supuestamente controla, vende las tarjetas, pone el sello, la firma y no se ha emitido el respectivo informe de la duplicidad de las tarjetas, entonces, “el tema de control no lo tiene el Municipio, ya lo hemos dicho, el Municipio no sabe cuánto se ha vendido, cuánto se ha emitido, cuántas tarjetas se han destruido, todas estas interrogantes no se han clarificado para ir a una verdadera reforma que beneficie a todos”.

Cambio

Es por ello, la necesidad de establecer una política de responsabilidad y rentabilidad social, facilitando capacidad de estacionamiento municipal a los pequeños negocios de la urbe para su desarrollo y oportunidad de supervivencia frente a grandes cadenas de supermercados, que cuentan con extensas áreas de estacionamientos propios, cadenas comerciales que extraen recursos locales para prosperidad de otros territorios y otras economías.

La ordenanza original, cuyo espíritu debió precautelar la fuerza económica del cantón, en especial de las seis parroquias urbanas, en la actualidad, dicho espíritu jurídico se ha transformado en seria amenaza para la poca industria y comercio, por la excesiva y poco favorable (favorabilidad de la Ley ante el infractor) aplicación de las multas del Simert que dicta la ordenanza; multas que son juzgadas por la misma desobediencia hasta cinco veces de acuerdo a la ordenanza.

Lo obsoleto de la visión legislativa se aprecia en la forma de cómo se ha concebido el articulado de las multas, de los articulados de la división político-administrativa de las parroquias urbanas, de concebir las seis parroquias urbanas, sobre la igualdad de los ciudadanos ante la ley, creando dudas sobre el respeto de la ordenanza a derechos constitucionales y civiles de los ciudadanos, “por lo que urge reformar los artículos que detallamos en la presente reforma; reforma que brindará un sistema de estacionamiento encaminado a proyectar fortaleza económica comercial, artesanal e industrial en la ciudad de Loja”, concluyó el concejal.