Ajuste económico ogligatorio

Lenin Paladines Salvador

Por regla general y en cualquier economía del mundo, cuando existe un desajuste presupuestario –déficit fiscal lo llaman los tecnócratas- existen tres caminos a saber: a) Reducir el gasto, algo que intenta el Gobierno del Presidente Moreno con la desvinculación de servidores públicos, venta de bienes inmuebles y empresas públicas, además de liberar los subsidios del diésel y la gasolina; b) Más endeudamiento a corto plazo y tasas de interés altas; y, c) Reforma Tributaria que genere más ingresos a costa de empobrecer a los que menos tienen como es el caso del IVA.

La primera es la más coherente si se la adopta de manera estructural protegiendo a los que menos tienen y favoreciendo la industria nacional y promoviendo el ingreso de nuevos capitales, sin que esté de por medio remisiones tributarias que beneficien exclusivamente a los que más tienen; además de ofrecer seguridad jurídica en todos los ámbitos del crecimiento de un país.

La segunda –el endeudamiento- es la más sencilla, bajo una lógica conformista, amigable, bonachona y “conciliadora”; conservo el status quo, no me peleo con ningún sector y le traslado el problema al próximo gobierno –algo que sucederá en este período de transición- y me retiro en paz sin mayores contratiempos que los que ya he generado y con graves consecuencias.

Y la tercera, la de mayor impacto, esto es: una reforma tributaria que castigue al pueblo por haber permitido el despilfarrado de la segunda bonanza petrolera que nos pudo haber permitido salir de la pobreza, cimentando las bases de una economía sólida que nos lleve al desarrollo integral de los ecuatorianos… ¡¡¡usted decide!!! Para que esto suceda les deseamos:… buen viento… y buena mar. (O)

[email protected]

Lenin Paladines Salvador

Por regla general y en cualquier economía del mundo, cuando existe un desajuste presupuestario –déficit fiscal lo llaman los tecnócratas- existen tres caminos a saber: a) Reducir el gasto, algo que intenta el Gobierno del Presidente Moreno con la desvinculación de servidores públicos, venta de bienes inmuebles y empresas públicas, además de liberar los subsidios del diésel y la gasolina; b) Más endeudamiento a corto plazo y tasas de interés altas; y, c) Reforma Tributaria que genere más ingresos a costa de empobrecer a los que menos tienen como es el caso del IVA.

La primera es la más coherente si se la adopta de manera estructural protegiendo a los que menos tienen y favoreciendo la industria nacional y promoviendo el ingreso de nuevos capitales, sin que esté de por medio remisiones tributarias que beneficien exclusivamente a los que más tienen; además de ofrecer seguridad jurídica en todos los ámbitos del crecimiento de un país.

La segunda –el endeudamiento- es la más sencilla, bajo una lógica conformista, amigable, bonachona y “conciliadora”; conservo el status quo, no me peleo con ningún sector y le traslado el problema al próximo gobierno –algo que sucederá en este período de transición- y me retiro en paz sin mayores contratiempos que los que ya he generado y con graves consecuencias.

Y la tercera, la de mayor impacto, esto es: una reforma tributaria que castigue al pueblo por haber permitido el despilfarrado de la segunda bonanza petrolera que nos pudo haber permitido salir de la pobreza, cimentando las bases de una economía sólida que nos lleve al desarrollo integral de los ecuatorianos… ¡¡¡usted decide!!! Para que esto suceda les deseamos:… buen viento… y buena mar. (O)

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Por regla general y en cualquier economía del mundo, cuando existe un desajuste presupuestario –déficit fiscal lo llaman los tecnócratas- existen tres caminos a saber: a) Reducir el gasto, algo que intenta el Gobierno del Presidente Moreno con la desvinculación de servidores públicos, venta de bienes inmuebles y empresas públicas, además de liberar los subsidios del diésel y la gasolina; b) Más endeudamiento a corto plazo y tasas de interés altas; y, c) Reforma Tributaria que genere más ingresos a costa de empobrecer a los que menos tienen como es el caso del IVA.

La primera es la más coherente si se la adopta de manera estructural protegiendo a los que menos tienen y favoreciendo la industria nacional y promoviendo el ingreso de nuevos capitales, sin que esté de por medio remisiones tributarias que beneficien exclusivamente a los que más tienen; además de ofrecer seguridad jurídica en todos los ámbitos del crecimiento de un país.

La segunda –el endeudamiento- es la más sencilla, bajo una lógica conformista, amigable, bonachona y “conciliadora”; conservo el status quo, no me peleo con ningún sector y le traslado el problema al próximo gobierno –algo que sucederá en este período de transición- y me retiro en paz sin mayores contratiempos que los que ya he generado y con graves consecuencias.

Y la tercera, la de mayor impacto, esto es: una reforma tributaria que castigue al pueblo por haber permitido el despilfarrado de la segunda bonanza petrolera que nos pudo haber permitido salir de la pobreza, cimentando las bases de una economía sólida que nos lleve al desarrollo integral de los ecuatorianos… ¡¡¡usted decide!!! Para que esto suceda les deseamos:… buen viento… y buena mar. (O)

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Por regla general y en cualquier economía del mundo, cuando existe un desajuste presupuestario –déficit fiscal lo llaman los tecnócratas- existen tres caminos a saber: a) Reducir el gasto, algo que intenta el Gobierno del Presidente Moreno con la desvinculación de servidores públicos, venta de bienes inmuebles y empresas públicas, además de liberar los subsidios del diésel y la gasolina; b) Más endeudamiento a corto plazo y tasas de interés altas; y, c) Reforma Tributaria que genere más ingresos a costa de empobrecer a los que menos tienen como es el caso del IVA.

La primera es la más coherente si se la adopta de manera estructural protegiendo a los que menos tienen y favoreciendo la industria nacional y promoviendo el ingreso de nuevos capitales, sin que esté de por medio remisiones tributarias que beneficien exclusivamente a los que más tienen; además de ofrecer seguridad jurídica en todos los ámbitos del crecimiento de un país.

La segunda –el endeudamiento- es la más sencilla, bajo una lógica conformista, amigable, bonachona y “conciliadora”; conservo el status quo, no me peleo con ningún sector y le traslado el problema al próximo gobierno –algo que sucederá en este período de transición- y me retiro en paz sin mayores contratiempos que los que ya he generado y con graves consecuencias.

Y la tercera, la de mayor impacto, esto es: una reforma tributaria que castigue al pueblo por haber permitido el despilfarrado de la segunda bonanza petrolera que nos pudo haber permitido salir de la pobreza, cimentando las bases de una economía sólida que nos lleve al desarrollo integral de los ecuatorianos… ¡¡¡usted decide!!! Para que esto suceda les deseamos:… buen viento… y buena mar. (O)

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