El intercambio, venta y compra de textos que no son nuevos, identifica a La Librería Rosada.
En La Librería Rosada los libros usados no pierden vigencia. Muchas obras de la literatura local, nacional y mundial, así como textos sobre filosofía, recobran el protagonismo que tuvieron cuando fueron adquiridas por primera vez por un ávido lector.
La Librería Rosada, que abrió sus puertas al público hace dos meses en la ciudad, se caracteriza principalmente por ser un espacio donde se pueden comprar, vender o intercambiar libros que han tenido uno o varios dueños.
Cristhian Castillo, propietario de La Librería Rosada, recuerda que este lugar nació luego de realizar algunos eventos de intercambio y venta de libros donde hubo aceptación de la ciudadanía. Señala que eso lo motivó a abrir una librería permanente.
A más de los textos usados, en este establecimiento también existen obras de editoriales independientes lojanas como Despertar y Viz-k-cha. Castillo indica que estas editoriales están impulsando principalmente poemarios de escritores locales. “Hay que dar apertura a esta nueva poesía de ahora”, expresa.
La Librería Rosada está abierta al público de 09:00 a 19:00, de lunes a sábado. Ahí, a más de intercambiar, vender o comprar, también se prestan libros. Incluso quienes acudan ahí a pedir una obra para leerla en ese momento reciben, gratuitamente, café para hacer más amena la lectura. “La idea es que vengan y lean”, precisa.
El público que acude a la librería es variado, sin embargo son los niños quienes hasta el momento registran mayor interés. Esto contenta a Cristhian Castillo, pues dice que inculcar la lectura desde tempranas edades es el mejor ejemplo que se puede dar.
Pero también existe otro público que acude a La Librería Rosada. Éste está comprendido por personas de entre 28 y 40 años de edad que son amantes de la lectura.
Lo que espera Castillo con La Librería Rosada es fomentar más la práctica de la lectura en la ciudad. (JGN)
La lectura
El propietario de esta librería es un amante de la lectura. Confiesa que adoptó este hábito a los 11 años de edad y desde ahí no se ha detenido, llegando a leer un promedio de tres libros por mes. “En los libros hay tantas historias ocultas, tantas historias que la gente debe aprenderlas”, expone.
Me alegra ver esta gente que viene a leer”
Cristhian Castillo
Propietario de La Librería Rosada