Una relación tóxica: ¿Por qué usar menos el celular?

Una relación tóxica: ¿Por qué usar menos el celular?
PELIGROS. El uso excesivo del celular es considerado un problema que debe ser resuelto con ayuda profesional.

Estudios internacionales afirman que mientras más tiempo navegamos en redes sociales, menos felices somos.

Con el pasar de los años, el celular se ha convertido en un complemento para la vida. Está en los momentos de felicidad, tristeza, romance. Al despertar es lo primero que encendemos y al dormir es lo último que soltamos, porque queremos estar alerta a las nuevas tendencias y perjuicios sociales. Nos encanta scrollear para encontrar un equilibrio emocional que nutra nuestras expectativas.

Este pequeño aparato del tamaño de una carta de azar se ha convertido en una extensión del cuerpo, pudiendo llegar a dominar nuestra vida y sentirnos dependientes de su uso. Se ha catalogado como una adicción, una adicción como cualquier otra que origina crisis y hace daño. Nunca nos cansamos de bloquear y desbloquear la pantalla. Queremos estar pendientes de las nuevas publicaciones en Facebook, Instagram o TikTok, y lo hacemos durante varias horas, pese a las consecuencias psicológicas que nos puede ocasionar. Cabe destacar que dormir sin el celular es una terapia para la salud, ya que ayuda a relajar la mente y encamina a las personas hacia una vida mucho más productiva.

No todo es color de rosa

Libia Andrade, docente investigador del departamento de Psicología de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), hace referencia de las consecuencias que conlleva el uso excesivo de este artefacto, entre las que destaca las debilidades sociales de los adolescentes para transmitir mensajes cara a cara hacia una persona o grupo receptor, y el bajo rendimiento académico de los estudiantes: “los jóvenes se ven enfrentados a la soledad a consecuencia del interiorismo en su propio mundo” acota la profesional.

Como seres humanos ya digitalizados, es complicado alejarse de estos dispositivos, debido a que su estructura tecnológica, acompañada de nuevas e innovadoras herramientas, impiden el abandono. Es importante desconectarse de esta tóxica relación, darle un tiempo y pensar en lo real, con el fin de consolidar criterios y fortalecer el poder de decisión.

Andrade manifiesta que es bueno olvidarse por un tiempo de la vida virtual de los demás, ya que en realidad no nos interesa saber a qué fiesta fueron nuestros amigos, qué comida degustaron o qué lugares visitaron. “No permitamos que esta tóxica relación influya en la autoestima, porque la vida no se basa en likes, es muy corta para que se reduzca a esto”, indicó.

¿Qué nos dicen los estudios?

Para comprender la magnitud del panorama, las revistas digitales Hootsuite y We Are Social menciona que hay un 67% de usuarios únicos de celulares a nivel mundial. Por otra parte, la empresa de investigación de mercado Global Web Indecx, desarrolló en el 2019 un estudio en el que demuestra que, en Latinoamérica, el promedio diario de una persona en pantalla es de 212 minutos (unas tres horas y media). El uso de redes sociales constituye un alto índice de consumo de celular, en especial en el segmento de personas entre 16 a 24 años. El estudio concluye en que los jóvenes argentinos se han ganado el título de mayores consumidores a nivel mundial, con un total de 257 minutos diarios.

Con respecto al contexto ecuatoriano, un 87% de la población cuenta con este dispositivo de forma activa, lo que representa 14.77 millones de personas. Por otra parte, ARCOTEL señala que, 11 de cada 100 niños, de entre 5 y 15 años, disponían de un teléfono activo en el 2017, de los cuales, seis usaban un smartphone.

La Universidad de Nottingham Trent en Reino Unido señala que las personas agarran el móvil un promedio diario de 85 veces, además, añade que el horario tendencia de consumo es al medio día y durante las primeras horas de la noche. Es importante mencionar que, mientras más joven es la población de un país, mayor índice de acceso a contenidos digitales va a generar.

Despertar con el celular es algo normal. La mayoría usa la alarma de este dispositivo para levantarse, lo que ha provocado el abandono de los antiguos relojes de mesa. Para realizar tareas académicas es indispensable su uso, lo que genera comodidad, facilidad y rapidez.

Esta tóxica relación de la que se hablaba anteriormente también tiene su parte positiva porque permite que las personas se comuniquen a la distancia. Sirve de medio para manifestarse ante las circunstancias sociales, asimismo, a más de uno le ha sacado una sonrisa con los famosos memes.

Dependencia

En fin, está en nuestras manos el saber manejar esta relación. “No permitamos que el celular llegue a pensar por nosotros”, agrega Libia Andrade.

Las redes sociales nos ayudan a escribir una historia que se intenta mostrar, sirven de medio para exponer una vida aparentemente perfecta, lo que nos convierten en personas rutinarias y muchas veces superficiales. Está comprobado que mientras más tiempo pasamos en redes, menos alegres somos, asegura una investigación realizada por Harvard Business School.

TOME NOTA
Dormir sin el celular cerca ayuda a conciliar mejor el sueño.

EL DATO
En Latinoamérica, el promedio diario de una persona en pantalla es de 212 minutos.