Se me van inmediatamente

El salón principal del Hotel Zaracay lucía esplendoroso. Los ramos de flores que adornaban la mesa directiva daban el marco festivo para celebrar el lanzamiento del diario La Hora de Santo Domingo, un 27 de enero de 1994.

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Se contó con invitados de todo el país y nuestro Director Nicolás Kigman Riofrío se acompañó de ilustres editorialistas como Pedro Jorge Vera, Patricio Cueva, Alvaro Pérez Intriago, Iván Gallegos Dominguez ,algunos de los cuales participaron como accionistas principales en el afán de permitir que un diario independiente que había ya sobrevivido al monopolio de los medios escritos de la capital, tenga un resurgimiento con el criterio de que el país no era sólo Quito y Guayaquil sino que se había emprendido en la creación de periódicos regionales que sirvan a sus comunidades y que al mismo tiempo tengan una ventana propia a nivel nacional. Se había buscado la participación de varios empresarios de la región, pero siendo extremadamente amables pocos creían en el futuro de un Diario en una comunidad acostumbrada exclusivamente a la radiodifusión como medio informativo, por lo que se había resuelto afrontar con valentía solos este empeño. Artistas lojanos encabezados por el popular Gato Ortega daban los acordes para la ocasión.
Estaba congregado lo más selecto de la sociedad santo dominguense luciendo sus mejores galas. Les intrigaba conocer cuál era el planteamiento editorial del nuevo medio que iniciaba sus labores en medio de la tumultuosa política que estaba en plena campaña electoral.

La música instrumental sonaba acompasada y los asistentes disfrutaban de esos acordes, mientras conversaban entre sí. El momento era propicio para que las conversaciones se centraran en las próximas elecciones presidenciales y de más dignidades de elección popular.
En los exteriores, desfilaban los partidarios de diversos candidatos con pitos y tambores, llamando la atención de los asistentes. Los políticos se aprovechaban de cualquier acto para promocionarse y buscar adeptos. Ese ambiente de fiesta y la algarabía fue de pronto interrumpida por la una cadena nacional en donde el gobierno informaba que nuestra frontera sur había sido violada y agredida y que por lo tanto entrabamos en guerra frente a la cual el Presidente pedía el apoyo ciudadano y disponía el traslado de tropas a las fronteras. El dilema fue si procedía continuar con la ceremonia ante estos hechos tan trágicos y se resolvió que era precisamente el momento para que un medio pueda acudir a informar y llamar a al patriotismo de la población por lo que se dio inicio con los discursos de rigor, los planteamientos editoriales y el compromiso de hacer un Diario que sirva a la comunidad, sin fanatismos políticos que no esté al servicio de los grupo de poder que eran evidentes en dicha región. Había ya Diarios La Hora en la región central del país con sede en Ambato y en la Costa en Esmeraldas con notable éxito, lo que motivo a continuar con estos proyectos. Alvaro Pérez como Presidente y Francisco Vivanco por la parte empresarial unido a las famosas anécdotas de Nicolás Kigman y quién escribe dieron la pauta para sembrar optimismo frente a la situación. presentaciones artísticas , un g
Las elecciones eran cruciales para la provincia, que debía designar sus autoridades y no había un panorama político claro, por lo que las preferencias eran inciertas.

Esta progresista ciudad (todavía no era cantón ni provincia), reunía todas las condiciones para que circule un medio. Su elevado número de habitantes, el floreciente comercio, ser el centro del país, eran los atributos que le favorecían.
“Llegamos a competir” dice Francisco Vivanco Riofrío, directivo de La Hora, en su discurso inaugural; hizo énfasis en que no llegábamos para favorecer a ningún grupo sea político, económico, clerical, financiero y de ninguna otra índole.
Sí llegamos para dar una alternativa informativa a la ciudadanía. Ya había un impreso: La Prensa medio en blanco y negro que desapareció pocos años después.
La ciudad de Santo Domingo, mediante la creación sistemática de Comités de Provincialización, luchaba porque se le decrete como la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Después de ganar una consulta popular con Esmeraldas, finalmente se cristalizó sus anhelos el 6 de noviembre de 2007.
El amplio estacionamiento del hermoso hotel ya no abastecía. Un grupo de participantes de las marchas logró adentrarse hasta el mismo salón de actos. Todos los asistentes miraban asombrados a ese grupo. De pronto, un jefe de propaganda –así definía su puesto- tomó el micrófono ante el asombro de los invitados y directivos e hizo una arenga a favor del Partido Social Cristiano.
Todos nos mirábamos incrédulos ante la audacia cometida.
Arrebaté el micrófono del intromisor y con voz indignada le dije: “Se me van inmediatamente. Este no es un acto político, ni de apoyo a nadie”.
La audiencia comentaba lo ocurrido y trataban de identificar el pseudo comunicador.
Los constantes viajes de directivos a Santo Domingo crearon nuevas amistades, camaradería permanente con con todos los sectores empresariales, gremiales y especialmente educativos y se mantuvo, hasta que duró la versión impresa, un Consejo Editorial formado por los Presidentes de los Colegios de la Región quienes colaboraban directamente con publicaciones. El Timoneiro, cafetería situada en las Cinco Esquinas, era el centro de reuniones para desayunar o cenar., donde acudíamos todos a largas tertulias. El local finalmente se lo conocía como las “palomas caídas” por la edad de sus integrantes.
La animosidad del expresidente Rafael Correa hacia la prensa, sus constantes insultos, el cierre de la publicidad oficial y el auge de medios electrónicos y sobre todo el Covid19 dieron un golpe a la presa escrita. Factores que nos llevaron en 2020 a ser un periódico digital y que como el ave Fénix que resurge de las cenizas, afrontamos con éxito las nuevas modalidades tecnológica , recordando que nuestras ediciones digitales estuvieron siempre junto a nuestros periódicos impresos de las ocho regiones principales.

Juana López Sarmiento