Partió el Rey

“El fútbol siempre ha sido un ámbito fértil para los sobrenombres de sus jugadores: desde pulgas hasta tanques y matadores. Pero cuando se habla del Rey solo hay uno: Edson Arantes do Nascimento, Pelé”, dice la BBC de Londres.


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Muchos estarán de acuerdo, otros tantos no, pero discutir su calidad futbolística, su calidad como persona creo no está en discusión. Pelé marcó una época en el fútbol. Desde su aparición, allá por 1958, en el mundial de Suecia, donde a los 17 años ganó la copa Jules Rimet y deslumbró al mundo, hasta su retiro en el Cosmos de Nueva York en 1975. Su calidad y ejecutorias llevaron al gobierno brasileño de ese entonces a declararlo “tesoro nacional” por lo que no pudo salir a jugar al exterior a pesar de jugosas ofertas de equipos del viejo continente que agotaron todo con tal de conseguir su aporte

PELÉ SU VIDA

Edson Arantes do Nascimento, Pelé, nació en una pequeña localidad de Minas Gerais: Tres Corazones; su padre, un futbolista que no llegó a despegar por una prematura lesión en su rodilla, fue su primer entrenador. Fue él quien lo llevó al Santos a probarse siendo todavía muy niño. Por sus ejecutorias y calidad se quedó y nunca más volvió a salir del Santos FC. Su paso al Cosmos fue más por el interés que había en los Estados Unidos por promover el fútbol soccer, y quien mejor que Pelé para promocionarlo. Para variar, lo logró, y hoy en los EE. UU., el soccer ocupa lugar destacado, aunque sin destronar al básquet, béisbol y al fútbol americano .

Pelé lo ganó todo, aunque no la Copa América (tengo esa duda). Pero ganó dos copas Libertadores, dos copas intercontinentales, cinco copas de Brasil, varios campeonatos paulistas. Desde su primer gol con el Santos, a los 15 años, en su debut, logró 1.283 goles a lo largo de su carrera.

Conquistó tres copas mundiales: 1.958, 1.962 y 1.970, esta última con el equipo de ensueño de Brasil. Pero también, sus logros le costaron más de una lesión de gravedad como la sufrida en el mundial de Inglaterra en 1966, donde fue prácticamente “cazado” por sus rivales al punto de impedirle culminar el torneo, donde Brasil fue eliminado en la primera ronda

Volveremos a tener otro jugador de su categoría, se preguntan expertos y aficionados. Difícil respuesta pues las épocas son diferentes. Pelé o Maradona? Pelé o Cristiano Ronaldo? Pelé o Messi? Expertos y directores técnicos, periodistas se hacen la misma pregunta, pero casi todos coinciden en los períodos diferentes en que jugaron. Varios señalan que no hay que olvidar a Di Estefano, a Cruyff, Baggio, Fontaine, el francés goleador de Suecia 58, cuyo récord 13 goles no ha sido igualado.

La FIFA en el 2.000 decidió elegir al mejor futbolista del siglo XX. Maradona ganó en la encuesta por internet, a Pelé lo eligieron los expertos, La Federación Internacional los distinguió a los dos. Para esa época todavía no surgían fenómenos como Messi y Cristiano Ronaldo por lo que la discusión continúa en el tapete. Como hasta hoy día, la publicidad de grandes empresas transnacionales se fija en relevantes figuras del deporte.

Pelé no fue la excepción. Puso su imagen en tarjetas de crédito, gaseosas, medicinas; en el futbol de USA. Pero también colaboró en campañas humanitarias alrededor del mundo. Cuentan las anécdotas, por ejemplo, que, en una gira del Santos por África, se decretó un alto al fuego en Cabo Verde, cuando se encontraba en guerra civil, para poder mirar un partido donde actuaría Pelé. Tal era el valor de su nombre y su prestigio.

Su vida privada estuvo marcada por varios matrimonios y otros tantos hijos. Quizá un evento que marcó su vida fue la prisión de uno de sus hijos, afectado por malas compañías e influencias de gente descalificada. Superado definitivamente ese negativo período supo seguir adelante. Fue declarado ciudadano de honor por varios países e instituciones.

PELÉ EN ECUADOR

Nuestro país no estuvo ajeno al fenómeno Pelé. Con su equipo, el Santos, visitó unas cuatro ocasiones, si mal no recuerdo, Quito y Guayaquil. La primera vez estuvo en Quito, 1.960, donde enfrentó al poderoso Aucas, el mejor equipo de la época; el ídolo local perdió por 6 goles a 2. El rey y su corte dieron una demostración de fútbol de calidad y efectividad. En Guayaquil enfrentó a Emelec y Barcelona, dando la misma demostración de calidad y buen juego. He querido mencionar al último, pidiendo disculpas por utilizar en primera persona, el partido que en 1.962 jugó el Santos contra LDU en el estadio Olímpico como era llamado en ese entonces. Partido que lo presencié y que quedó grabado en mi memoria para siempre. Fue, para decir en una sola palabra, sensacional. Con mis 13 años, hoy tengo 73, quedé deslumbrado. ¡Qué jugadas! ¡qué velocidad! ¡qué pases! ¡qué goles del rey y sus acompañantes! para nada les afectó la altura y nuestro representante, aunque perdió, se lució también con calidad ante tanta calidad.

ASÍ FUE PELÉ

Ese era Pelé, ese era el rey y su corte. Pepe, Coutinho, Dorval, Gilmar, Zito, etc. Donde se presentaban jugaban como si fuera la final de algún torneo, no escatimaban derroche de esfuerzo y buen fútbol. Hoy el mundo deportivo está de luto. El mundo en general está de luto. Una de sus máximas figuras fue a jugar fútbol en las estrellas, donde una de ellas brillará mucho más a partir de hoy. Las campanas repicarán más tristes, los estadios quizá no serán los mismos; las luces serán opacas, los camerinos silenciosos llorarán calladamente.
Quizá el gran Nelson Mandela fue quien mejor describió a Pelé: “Verlo jugar era observar el deleite de un niño combinado con la extraordinaria gracia de un hombre en su totalidad”. Es que ese era Pelé, alguien que nunca dejó de ser un niño al jugar el fútbol; desde sus primeras pelotas, calcetines rellenos de trapos, hasta grandes estadios y localidades donde demostró su calidad, sus habilidades, su don de gentes. Hasta siempre O Rey, o mais grande

Pepe Camino Carrera