Mujeres todo terreno

Autor: Revista Semanal | RS 56

En una sociedad paternalista como fue (y sigue siendo, en muchos aspectos) la ecuatoriana, la presencia de la mujer en diversos campos laborales es mínima; las que se han destacado han debido romper barreras y saltar obstáculos para lograr sus objetivos.

Si bien, es cierto, que, desde hace décadas, mujeres se han hecho presente en la política y en la literatura, en otras áreas, casi no aparece ninguna. Es en los últimos años en los que esa deseada presencia va tomando forma tanto por el número de mujeres que han incursionado en ellas, como por la calidad y la ética puesta en el desempeño de sus labores.

En áreas como la ciencia, por ejemplo, hoy en el país, encontramos, sobre todo en la medicina y en la biología, a muchas mujeres que pertenecen a los círculos científicos más exclusivos tanto a nivel nacional como internacional, gracias a su constante labor en lo académico y en la cotidiana tarea investigativa.Pero, por supuesto, no siempre fue así. En el siglo XIX, por ejemplo, son contados con los dedos de una mano, los nombres de mujeres que incursionaron en las ciencias y no, precisamente, como investigadoras, sino más bien como maestras y profesoras, es decir, en el campo académico, sin salir de su reducto de las aulas. Por ejemplo:

Juana Miranda (Quito, 1842 – 1914)

Tiene su nombre grabado en la historia de este país, gracias a que fue la fundadora de la Maternidad de Quito, fue matrona y además fue la primera profesora universitaria del Ecuador, ocupando la cátedra de Obstetricia Práctica en la Facultad de Medicina de la Universidad Central (1881-1907).​ Desde entonces, las puertas de esta carrera se abrieron a las mujeres.

Matilde Hidalgo de Procel (Loja, 1889 – 1974)

No solo fue la primera mujer en graduarse de la secundaria en Ecuador; también fue la primera mujer en graduarse de Médico en el país.

Pero su nombre no es recordado en estos menesteres, sino que está ligado a la vida política y ciudadana del país, cuando en 1924 exigió ser registrada durante las elecciones legislativas, donde utilizó la constitución como herramienta a su favor ante la negación de los funcionarios para permitirle votar, de esta manera se convirtió en la primera mujer en América Latina en sufragar.

Gracias a este precedente, en 1929 en Ecuador se aprobó el derecho al voto de las mujeres.

EUGENIA DEL PINO

En nuestros días, la doctora en Biología Eugenia Del Pino, es la figura más conocida de las mujeres científicas del Ecuador gracias a que fue premiada con el Príncipe de Asturias por sus estudios de marsupiales del Ecuador.

No es el único reconocimiento que ella ha recibido, pues su palmarés está lleno de premios y diplomas por su trabajo en los que ha demostrado “sensibilidad e inteligencia para aportar al desarrollo científico del país”. Ella figura como una de las científicas más ilustres de América Latina, según el especial “100 Mujeres: La mitad del mundo habla» de la cadena internacional de noticias BBC.

Esta publicación expone los logros y los desafíos de las mujeres en la historia y cuenta con un espacio para las 10 científicas más célebres de Latinoamérica. La cadena británica BBC resalta, también, su esfuerzo por la conservación de las Islas Galápagos.
El último galardón otorgado es el “Premio a la trayectoria de la Sociedad de Biología del Desarrollo (SBD) 2022“, que se entrega a un biólogo sénior por sus contribuciones sobresalientes en el campo, y por su servicio a la comunidad. La Doctora Del Pino se destaca por sus estudios pioneros sobre la biología del desarrollo de una rana marsupial (Gastrotheca riobambae) típica de Ecuador, en comparación con otras ranas tropicales.

Desde el 2006, la doctora Del Pino es la primera ecuatoriana en ser miembro extranjero asociado de la Academia Nacional de Ciencias en Estados Unidos. Según la Universidad de Emory Estados Unidos, sus investigaciones científicas en fisiología reproductiva y del desarrollo de la rana marsupial -única en Ecuador- han hecho una importante contribución al campo del desarrollo de los vertebrados.

De acuerdo a su hoja de vida; Del Pino se graduó en Biología en la Universidad Católica de Quito (PUCE), luego obtuvo una beca para cursar el Máster de Ciencia en el Vassar College, en Poughkeepsie, Nueva York (1969). Después, ganó obra beca en la Universidad Emory, en Atlanta, donde en 1972 obtuvo su doctorado (PhD). En ese mismo año regresó a Quito como profesora en la PUCE.

La pasión por la biología no estuvo presente en Eugenia del Pino sino hasta llegar a la Universidad.

“La vida no estaba trazada. Hay asuntos del azar que se van presentando todos los días y hay que tomar la decisión más acertada”. Eugenia del Pino, tras graduarse en el colegio La Providencia La investigadora reconoce que entrar a estudiar Ciencias de la Educación en la Universidad Católica (PUCE) e interesarse en la Biología fue la mejor decisión que pudo tomar en ese entonces.

Tras graduarse en la PUCE, Del Pino obtuvo una beca para estudiar una maestría y un doctorado en Estados Unidos. A su regreso empezó a dar clases en la PUCE y a estudiar a las ranas marsupiales. Fue en los jardines de la institución que identificó a la llamada “rana de Quito”.

La investigadora descubrió que esta especie carga una “mochila” en su espalda donde alberga a sus crías y estas logran desarrollarse, de forma muy parecida a “lo que pasa en el vientre materno de un conejo” o de un mamífero. “Nunca me sentí discriminada” “Nunca tuve menos oportunidades por ser estudiante extranjera o por ser mujer“. La científica ecuatoriana recientemente se acogió a la jubilación; sin embargo, continúa investigando en la PUCE.

LINDA GUAMÁN

Contra todo pronóstico ella decidió convertirse en una de las 100 líderes del futuro de biotecnología, una lista creada por el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés) y Harvard. El lunes 17 de junio del 2019, Linda presentó su proyecto científico frente a un jurado internacional en el GapSummit 2019, el mayor encuentro de innovación biotecnológica a escala mundial, en el auditorio del Instituto Broad del MIT (Estados Unidos). Nació en abril de 1985 en Cuenca, capital del Azuay. Su familia no tenía facilidades económicas, pero eso no la limitó. La educación en una escuela y colegio públicos la prepararon en la especialidad de Química Bióloga para su ingreso a la Universidad del Azuay.

Aunque quería ser bióloga, la joven se decidió por la Ingeniería en Alimentos y sin proponérselo esos estudios la llevaron a hallar su vocación por la ciencia. Decidida, Linda aplicó a una beca para la maestría en Microbiología en la Universidad San Francisco de Quito. La joven llegó a Quito en 2009 para seguir su sueño y consiguió una beca completa. En el 2012, culminó su maestría. Su siguiente meta fue un doctorado en Microbiología. Se esforzó para conseguir una beca en la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y la consiguió. A mediados del 2012 viajó hacia la Universidad de Sao Paulo.

En el 2017, volvió a Ecuador y se instaló como investigadora y docente de una universidad pública en Ambato. Pero “Después de cinco años en laboratorios alrededor del mundo”, es frustrante “regresar y no poder comprar un reactivo porque no te aprueban la compra o porque cuesta cinco veces más aquí o no te permiten tomar muestras por procesos burocráticos absurdos”, comenta Linda.
Para la investigadora ecuatoriana Linda Guamán, uno de los mayores retos que enfrentan las mujeres científicas en el Ecuador es la discriminación de género.

La ciencia en Ecuador necesita más financiamiento, dice Guamán, pero sobre todo, más espacios de mujeres y liderazgo en el plano laboral y académico. “Necesitamos alcanzar la equidad para que las niñas puedan crecer pensando en la ciencia como una opción”.

Desde el 2018, la investigadora se unió al equipo docente de la Universidad UTE, donde desarrolla proyectos de investigación en el Centro de Investigación Biomédica (Cenbio). Linda se especializó en biotecnología, que, en términos generales, se refiere al uso de organismos vivos -plantas, en su caso, trabaja con microorganismos como bacterias y levaduras. Actualmente desarrolla una modificación de la levadura Saccharomyces boulardii, para “editarla con el fin de que produzca butirato, un compuesto que funciona para prevenir el cáncer de colon, las infecciones intestinales”.

Mientras desarrollaba el proyecto, un momento decisivo llegó en la vida de Guamán. El 14 de noviembre del 2018, decidió aplicar a la convocatoria de la Global Biotech Revolution (GBR del MIT y Harvard) para ser una de las 100 líderes del futuro en tecnología que llegaría al GapSummit 2019, un encuentro en el que los científicos seleccionados participan en jornadas con los actuales líderes. Linda envió varios formularios. Después de unos días, le informaron que pasó a la siguiente etapa y superó una entrevista de 15 minutos por Skype, realizada por tres fundadores del Global Biotech Revolution.

En enero del 2019 hicieron oficial su logro: una ecuatoriana entró en la lista de 100 científicos líderes, que provenían de 43 países. La semana del 7 de junio, el proyecto pasó al Top 8, es decir, a la etapa final. Poder sentarme en Harvard, junto a un ganador del Premio Nobel, para mí ya es mi premio”. Linda continúa con sus investigaciones y un desafío: ponerle rostro de mujer a la ciencia.

Si la mujer ecuatoriana que camina por la senda de las ciencias biológicas y de la salud con reconocida solvencia y calidad, también lo hace aquellas mujeres que han aceptado el desafío de ingresar a las ciencias duras como son las matemáticas y la física.
Veamos algunos ejemplos:

María del Carmen Carzola
La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) es el ámbito donde María del Carmen Cazorla despliega su inteligencia y su trabajo. Allí, en uno de sus campos pasa su tiempo dirigiendo uno de los proyectos de vanguardia de la ciencia en Ecuador.

Ella es una de las pocas científicas ecuatorianas que ha llegado a la NASA. María del Carmen es la promotora de una Estación de Mediciones Atmosféricas, que hace un monitoreo único en el país sobre la contaminación y la capa de ozono.

María del Carmen, tiene un PhD en Meteorología, comenzó sus estudios en la Politécnica Nacional, y ya para el 2003, ella estaba estudiando en Penn State University de Estados Unidos. Su vocación de vida se le presentó cuando tomó una materia de física y química atmosférica; entonces supo que eso era lo que quería hacer toda su vida y decidió hacer un doctorado en esa materia. Al final de su doctorado, María del Carmen participó en un concurso de méritos para la NASA Postdoctoral Program.

Para ingresar en ese grupo ella presentó una propuesta de investigación que le fue aprobado. En la actualidad ella está preparando una nueva propuesta para realizar las mediciones meteorológicas con globos de gran altitud. Para ella va a necesitar crear nuevos tipos sensores a ser colocados simultáneamente en varios globos en diferentes sitios del cielo, a fin de poder comparar sus resultados y trazar mapas del comportamiento del clima y sus variaciones.

XIMENA DEL ROCÍO HIDALGO
Sus 38 años de actividad profesional, los ha dedicado a una combinación entre la actividad académica, que integra la docencia universitaria, la investigación en el área de Hidráulica y la Innovación y Vinculación con la sociedad y el ejercicio profesional como Especialista Hidráulica o Directora de Proyectos de Diseño y Fiscalización de Obras Hidráulicas en Proyectos de Aprovechamiento Hídricos como Hidroeléctricos, Riego, Agua Potable y Saneamiento, Control de inundaciones. De manera especial se destaca su participación en el área de investigación básica y aplicada relacionada con la simulación numérica CFD aplicada al tránsito de lahares primarios que, una futura erupción del volcán Cotopaxi, traería como consecuencia; así como a la modelación física de fenómenos hidráulicos orientada a la optimización del funcionamiento de obras de disipación de energía como las rápidas escalonadas, descargadores a vórtice, estructuras de separación de caudales entre otras.

Directora del equipo de investigadores que en julio de 2022 obtuvo una nueva patente de invención para la Escuela Politécnica Nacional por el “Módulo Separador de caudales de trazo curvo para alcantarillado combinado”.
ELSA DE MENA

Icono de la mujer que transformó una institución tan importante como el Servicio de Rentas Internas (SRI).

CARLA MANCIATI JARAMILLO
Es profesora titular en el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Escuela Politécnica Nacional en Quito – Ecuador.

Obtuvo su PhD en Hidrogeología en la Universidad de Montpellier en Francia en el 2014, el cual se enfocó principalmente en la comprensión del proceso hidrológico del sistema acuífero de Tumbaco – Cumbayá e Ilaló, la hidrodinámica y la geoquímica, clásica (en la que se incluyó el estudio de elementos traza como el arsénico) e isotópica del agua subterránea.

En el aspecto académico, fue miembro del Consejo Politécnico como representante de los profesores hasta noviembre de 2019. Actualmente es Jefa del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental y enseña en pregrado el curso de Hidráulica Subterránea, y a los estudiantes de maestría las materias de Aguas Subterráneas e Hidrogeología enfocada en la comprensión de los procesos hidrológicos y Geoquímica.

Fue directora del Proyecto de investigación multidisciplinario “Caracterización del Sistema acuífero de la cuenca baja del río Chambo con un enfoque hidrodinámico y geoquímico: procesos de recarga y gestión sostenible del recurso” que se desarrolló en conjunto entre la EPN, el INAMHI, la UNACH y el IRD de Francia, Coordina el proyecto “Determinando la respuesta ecohidrogeológica al cambio climático de cuencas tropicales glaciares: un acercamiento integrado de modelos y datos” en el que la EPN colabora con la Universidad de Minnesota financiado por la National Sciences Foundation de los Estados Unidos.

Desde el año 2020 colabora con el proyecto de investigación “Recursos hídricos subterráneos en la zona de Mulaló: Estudio hidrodinámico e hidrogeoquímico, identificación de zonas potencialmente críticas de contaminación y remoción de metales pesados utilizando materiales nanoestructurados y compuestos” otro proyecto multidisciplinario también financiado por la EPN.

Coordina el programa de Maestría en Ciencias de la Ingeniería para la Gestión de los Recursos Hídricos que se desarrolla en el marco del proyecto VLIR Network en cooperación entre cuatro universidades ecuatorianas y cuatro universidades belgas.

VERÓNICA MINAYA
Sus estudios los realizó en la Escuela Politécnica Nacional en Quito, en Ingeniería Hidráulica.
Su extenso currículum incluye becas de estudios del cambio climático de infraestructura hídrica en los Países Bajos, Tanzania y Bélgica.

Beca para un programa de entrenamiento para proyectos de innovación hidrológicos. Ha sido presidente de la Red de Jóvenes Profesionales, a nivel mundial. Ha recibido innumerables reconocimientos por sus ponencias y conferencias en todo el mundo, incluida América y la Unión Europea.Es graduada con maestrías y PHDs.

Ha publicado libros, artículos, conferencias en revistas científicas de todo el mundo. En la actualidad lidera y coordina varios proyectos relacionados con la conservación de la biodiversidad, el desarrollo sustentable en la biosfera, reservas y geoparques. Asistente técnica en proyectos e iniciativas relativas al manejo de la integración del recurso hídrico, ciencia, tecnología e innovación, de la UNESCO.


Pero no podemos olvidar a las pioneras, aquellas mujeres, que en un momento dado de la vida de nuestro país, revolucionaron la cotidianidad social de los ecuatorianos al destacarse en actividades, hasta entonces, reservadas a los hombres. Fueron y son mujeres audaces que abrieron en su momento, nuevas sendas de crecimiento personal, familiar y social a las mujeres.

Hermelinda Urvina (Ambato, 1905 – 2008)
Fue la primera mujer piloto de Ecuador y de toda Sudamérica. Obtuvo su licencia de aviación en 1932 por parte de la academia Safair Flying School, autoridad aeronáutica de los Estados Unidos. Seguido a esto, fue parte de las fundadoras de la Ninety Niners, la organización de mujeres piloto más grande de Estados Unidos. En junio de 1936, participó en el Raid New York – Montreal donde se convirtió en uno de los 12 pilotos en superar con éxito dicho vuelo.

Hermelinda Urvina. La joven ambateña ocupó las páginas de la prensa al obtener en 1932 la licencia como piloto aviador en Estados Unidos. Fue la primera sudamericana en obtener este título. En el año 2000 fue reconocida por la prensa ecuatoriana como una de las 10 mujeres más influyentes del milenio.

Neisi Dajomes (Puyo, 1998)
Es una deportista y medallista olímpica de halterofilia. Es la primera mujer en haber ganado una medalla olímpica de oro para Ecuador en los juegos olímpicos de Tokio de 2021. Debutó como campeona mundial de Halterofilia Sub-17 en 2013,​ tras lo cual obtuvo la medalla de plata en los Panamericanos de Toronto 2015 en la categoría juvenil. También fue campeona mundial en los juveniles de Georgia de 2016, Tokio de 2017 y Tashkent de 2018. Deportista de élite en halterofilia, ha demostrado su perseverancia y trabajo duro.

MARÍA CUEVA Y JAZMÍN PÉREZ PRIMERAS MUJERES PILOTOS DE COMBATE
Las tenientes María Cueva y Jazmín Pérez han hecho historia en Ecuador al convertirse en las dos primeras mujeres pilotos de combate de la Fuerza Aérea.

“El camino en las Fuerzas Armadas es largo, pero este es un paso que se ha dado, una puerta que se abre y mañana quisiera que fueran muchas otras mujeres las que superen el camino”, indicó Cueva, 26 años y oriunda de Quito, horas antes de su graduación. Aunque en la Fuerza Aérea hay al menos once mujeres pilotos graduadas en unidades de rescate y transporte, Cueva y Pérez, son las primeras que lo hacen en el ámbito del combate.

Y en los 54 años que tiene el escuadrón al que pertenecen, supone todo un logro, puesto que hace solo un lustro las mujeres iniciaron el camino en la primera promoción de armas de la aviación ecuatoriana.