La Torre del Napo Wildlife Center

Por Josué Navarrete

La comunidad Kichwa Añangu, ubicada en el Parque Nacional Yasuní de la Amazonía ecuatoriana, ha logrado un desarrollo económico sostenible a través del ecoturismo. Uno de los proyectos más destacados de esta comunidad es la construcción de la Torre del Napo Wildlife Center, una estructura única que combina el conocimiento ancestral de la comunidad con la innovación arquitectónica.

En 1998, la comunidad Kichwa Añangu decidió transformar su actividad económica, pasando de la agricultura y la caza al ecoturismo. Esta transición permitió a la comunidad mejorar su calidad de vida mientras conservaba sus actividades tradicionales y protegía la biodiversidad única de su territorio. Con la creación del Napo Wildlife Center, un lodge de renombre internacional en la Amazonía continental, la comunidad ha generado diversos ingresos durante los últimos 10 años. El excedente de las operaciones turísticas se ha utilizado para financiar proyectos educativos, productivos, sociales, culturales, organizativos y de conservación en la comunidad.

La Visión de Desarrollo de la Comunidad Añangu
La comunidad Kichwa Añangu tiene una visión emprendedora de seguir creciendo tanto en términos económicos, mediante el turismo, como en el desarrollo de planes de educación y construcción de infraestructura moderna y ecológicamente responsable. Para alcanzar estos objetivos, la comunidad ha buscado el apoyo de actores externos para proyectos específicos, como la construcción de la Torre del Napo Wildlife Center, que forma parte de un plan más amplio de crecimiento.

Diseño y Construcción de la Torre
La Torre del Napo Wildlife Center fue diseñada y construida por dos equipos de jóvenes arquitectos, Caá Porá Arquitectura y Siete 86 Arquitectos, en colaboración con la comunidad Kichwa Añangu. El objetivo principal era crear una estructura que se asentara de manera segura en un terreno pantanoso, con elevadas posibilidades de sismo y fuertes vientos a la altura de la copa de los árboles.

El diseño de la torre, de 30 metros de altura, se realizó en talleres participativos con todos los miembros de la comunidad. Durante estos talleres, se llevó a cabo un estudio de mercado local e internacional para aumentar la presencia del lodge en el imaginario turístico global. Se propusieron nuevas formas de construcción que combinaron los conocimientos ancestrales de la comunidad con materiales modernos. La torre cuenta con una estructura mixta de madera local y tubos de perforación petrolera reciclados, lo que permitió una reducción significativa en el uso de materiales. Las cubiertas de la torre se realizaron con tejidos tradicionales de paja toquilla y palma real, ofreciendo vistas panorámicas del paisaje en cada nivel. Además, se utilizaron raíces de manglar de río con fines decorativos, como pasamanos. La combinación de materiales locales y técnicas de construcción modernas resultó en una torre de madera de más de 1.200 m2, en 7 plantas, siendo una de las más altas de la Amazonía ecuatoriana.

Beneficios de la Torre del Napo Wildlife Center
La construcción de la Torre del Napo Wildlife Center ha traído numerosos beneficios tanto a la comunidad Kichwa Añangu como al turismo en la región. Además de generar ingresos económicos, el proyecto ha permitido mostrar a los niños y niñas de Añangu que es posible vivir en la modernidad sin perder sus tradiciones ancestrales. La torre también ha contribuido a la promoción del turismo sostenible en la Amazonía ecuatoriana, atrayendo a visitantes interesados en conocer la biodiversidad única de la región. Además, su diseño innovador y respetuoso con el entorno ha servido como ejemplo de arquitectura sostenible en la selva amazónica.

En resumen
La construcción de la Torre del Napo Wildlife Center es un claro ejemplo de cómo la combinación de conocimientos ancestrales y técnicas de construcción modernas puede dar lugar a proyectos innovadores y sostenibles. Es un hito arquitectónico en la Amazonía ecuatoriana, que destaca por su diseño único y su integración con el entorno. Es un ejemplo inspirador de cómo la colaboración entre comunidades indígenas y profesionales externos puede dar lugar a proyectos exitosos que benefician a todos los involucrados.