Nueva aventura, con veedurías internacionales y todas los solemnidades se nombró a una nueva Corte llamada la mejor y al poco tiempo el advenimiento del Correísmo, ávido de poder y para cerrar el círculo de sus atracos se valió de un buen juristas y con suplentes de los suplentes integró una nueva y al poco tiempo en aparente concurso en el que un estudio jurídico calificó primero las afinidades políticas de sus integrantes y con una consulta popular “metió las manos en la justicia” pero fue manos y pies , nombró a mediocres y desconocidos personajes como miembros de la Judicatura que asaltaron el sector y completó al cuadro nombrando como Presidente de la Corte a un servil que ya había sentenciado a su favor una millonaria indemnización contra un banco.
Y este sin empacho nombró como Presidente de la Judicatura ante el silencio y complicidad de los académicos, profesionales y operadores del sector, al secretario particular del propio dictador como Presidente de la Judicatura y se convirtió en el Mayordomo o Caporal del sector.
Vigilante de todos los fallos en las diferentes instancias tenía verdaderos comisarios que exigían el cumplimiento de sus órdenes.
De un mil doscientos elevó a cuatro mil doscientos los funcionarios del sector justicia tanto que el 80% de los actuales fueron nombrados por el correísmo sin que nadie se atreva a evaluarlos o a reducir tan abultada burocracia.
Es por esto que hablar de respeto a la independencia es la bobería de los que quieren prorrogar el imperio de los ladrones.
Moreno siguió en mismo camino con el nombramiento disimulado de su propia concuñada como presidenta de la Judicatura y por supuesto jamás existió la voluntad política de reducir, valorar y calificar a jueces y magistrados aunque se vio obligada a convocar concursos de pocos jueces en el que muy pocos funcionales al correísmo se atrevieron a presentarse y su misteriosa caída o renuncia deja un vacío institucional que no ha sido superado.
Hacer un recordatorio de los casos pendientes llevaría varias ediciones pero hay que mencionar los que no han merecido enjuiciamientos. Miles glosados con responsabilidad penal, los casos del mayor atraco de la historia como son Petrochina que hasta hoy no se le inicia un solo juicio, Odebrecht que solo se ha conocido una parte de los delincuentes y que los norteamericanos inexplicablemente no han dado pese a conocer los nombres de los ecuatorianos que recibieron los 36 millones de coimas.
Igual los casos de Petroecuador ,Seguros Sucre, Tame, Coca Codo Sinclair ,Refinerías de Esmeraldas y del Pacìfico, Single, Corrupciòn en la Pandemia, Hospitales, Ina Papers que se dijo hace varios meses que habrían grandes revelaciones que se diluyeron, y según la Fiscalía mas de un centenar de hechos delictivos que duermen el sueño de los justos así como exclusiones misteriosas.
Increíble resulta los efectos de un acuerdo tácito entre el gobierno y el correísmo por más que ambos se digan no conocerse y que juren hasta bajo la biblia, como hoy se acostumbra, a negar un acuerdo que aunque no se haya firmado, es evidente.
Juristas, catedráticos, opinólogos y ciudadanía han puntualizado que el juez por más que sea multicompetente no tenía competencia ni jurisdicción, era una audiencia a media noche con la anuencia y complicidad de tres delegados dependientes del poder ejecutivo como son el del Ministerio de Interior, de la Policía Nacional, de la SNAI y el abogado de la cárcel de La Tacunga y que por tanto decir que no tiene responsabilidad el ejecutivo es irrisorio ya que tampoco han sido sancionados.
La ejecución de la sentencia depende del poder ejecutivo y el presidente de la República está obligado por la constitución y por su juramento a respetar y hacer respetar la constitución y la ley y pensar que el Director de Atención a los presidiarios haya dispuesto la libertad sin autorización del Presidente de la República es creer que los ciudadanos somos unos imbéciles.
El Presidente tres días después sale a decirnos en un video que respeta la división de poderes, pero no dice de la negligencia de sus funcionarios que no se opusieron, que jamás se solicitó un pronunciamiento del Procurador, que tampoco se constató a qué juicio se refería el habeas corpus y que ni siquiera se constató que el oficio no fue ni siquiera firmado por el juez de marras.
Dicen que buscan revertir la resolución con la apelación ante la Corte Superior de Santa Elena pero no dicen que presentaron una apelación mediocre, que carece de argumentación y fundamento ya que solo alegar falta de jurisdicción en simplemente una inocentada y abrir la puerta para que esa Corte niegue la apelación y se vuelvan a rasgar las vestiduras con la separación de poderes.
La Corte sólo puede resolver por lo manifestado en el texto de la apelación, no puede considerar otros temas y por lo tanto será siempre ilegal una resolución que se salga de estos parámetros.