Incendios forestales un peligro para la fauna y flora   

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Los incendios forestales representan una grave amenaza para la biodiversidad y el equilibrio ecológico de los ecosistemas naturales. Estos desastres naturales no solo causan daños inmediatos al destruir grandes extensiones de bosques, sino que también tienen efectos a largo plazo en la flora y fauna que dependen de estos hábitats para sobrevivir.

Estos incendios pueden devastar ecosistemas enteros, dejando a su paso una estela de destrucción y afectando gravemente la biodiversidad. Las consecuencias van más allá de la pérdida de árboles. La fauna silvestre también sufre graves impactos, ya que muchos animales pierden sus hogares y fuentes de alimento. Además, los incendios pueden provocar la extinción local de especies vulnerables y alterar los ciclos naturales de reproducción y migración de la fauna.

Un claro ejemplo es el incendio forestal en la Reserva Ecológica El Ángel, en la provincia de Carchi, el cual generó una devastación sin precedentes, catalogada por expertos como una catástrofe ambiental de gran magnitud con efectos irreversibles. Es probable que muchas especies de flora y fauna hayan desaparecido. Según Carlos Velasco Enríquez, consultor y asesor ambiental, los efectos podrían ser evaluados a mediano y largo plazo.

El fuego arrasó con alrededor de 1600 hectáreas de vegetación pajonal, incluyendo frailejones, en apenas cuatro días. Esta pérdida no solo afecta la biodiversidad local, sino que también pone en peligro la provisión de agua, dado que los frailejones desempeñan un papel crucial en la regulación de recursos hídricos. Estos elementos ecosistémicos son vitales para la captura y distribución de la humedad, alimentando ríos y fuentes de agua que son vitales para las comunidades locales.

La importancia de los frailejones en los páramos radica en su capacidad para mantener la humedad, regular el flujo de agua y proporcionar refugio y alimento a diversas especies. Su destrucción, por lo tanto, tiene un impacto significativo en el equilibrio ambiental y la sustentabilidad de los ecosistemas locales.

Como señala el activista ambiental Roberto Manrique, “los incendios en los paramos no solo destruyen ecosistemas unicos, sino que tambien amenaza el suministro de agua, la biodiversidad y el clima”.

Provincias más afectadas

Según datos publicados por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos el 31 de enero, en enero de 2024, 14 provincias, 41 cantones y 78 parroquias se vieron afectados por 102 incendios forestales, resultando en la pérdida de 2,512.03 hectáreas de cobertura vegetal.

Las provincias más afectadas, con más de 100 hectáreas de cobertura vegetal quemada, son Carchi, Pichincha y Chimborazo, con 1613.05, 551.94 y 108.43 hectáreas quemadas respectivamente.

Causas

El cambio climático se ha convertido tanto en una causa como en una consecuencia de los incendios forestales. El aumento de las temperaturas contribuye al riesgo de estos fenómenos, ya que facilita la sequedad de la materia orgánica, lo que a su vez aumenta la propagación de los incendios.

Las condiciones climáticas, como la temperatura, la humedad del suelo, la velocidad y dirección del viento, y la duración de los períodos secos, no solo desencadenan los incendios forestales, sino que también dificultan su extinción. Con el avance del cambio climático, estos incendios consumen cada vez más masa forestal, creando entornos más secos y propicios para su ocurrencia.

Aunque algunos incendios forestales pueden ser causados por la actividad humana de manera intencional o no intencional, ciertas prácticas, como arrojar cigarrillos encendidos o no apagar completamente las fogatas, pueden representar un riesgo para la vegetación circundante. Además, las quemas agrícolas realizadas por los campesinos para preparar el suelo también contribuyen significativamente a estos eventos devastadores.

Consecuencias 

Estos incendios no solo provocan la pérdida de vida silvestre y vegetación, sino que también tienen impactos devastadores en el suelo, causando daños irreparables en el área afectada. La extinción de especies que habitan en zonas propensas a estos incendios contribuye a la pérdida de biodiversidad y al retroceso en la lucha contra el cambio climático, ya que los árboles y plantas desempeñan un papel crucial en la producción de oxígeno.

Además, la utilización de grandes cantidades de agua para extinguir los incendios puede llevar a la erosión del suelo, exacerbando los daños ambientales. La contaminación del aire es otra de las consecuencias, debido al humo liberado a la atmósfera y la presencia de cenizas que pueden tener efectos graves en la salud de las personas, especialmente aquellos con alergias u otros problemas médicos.

Cada año, vastas extensiones de bosques y áreas naturales son arrasadas por el fuego, dejando tras de sí una estela de devastación y desamparo. Los incendios forestales constituyen una seria amenaza no solo para la diversidad biológica y los entornos naturales, sino también para las comunidades locales, ocasionando la pérdida de hogares, medios de vida e incluso vidas humanas.

La batalla contra los incendios forestales constituye una labor desafiante y compleja que implica la participación de diversos actores, como bomberos, brigadistas, personal de emergencia, entidades gubernamentales. Estos equipos trabajan incansablemente para contener y sofocar las llamas, empleando una variedad de estrategias y recursos, desde el despliegue de aeronaves para arrojar retardantes hasta la creación de cortafuegos y el uso de métodos manuales de supresión.

Además de las acciones de extinción, es fundamental invertir en medidas de prevención y mitigación de incendios forestales, como la sensibilización pública sobre el riesgo del fuego, la implementación de regulaciones forestales más rigurosas y el fomento de prácticas de gestión forestal sustentable.

Abordar estos desafíos requieren de una cooperación coordinada a nivel local y nacional, así como un compromiso continuo con la protección y conservación de nuestros bosques y recursos naturales. Solo mediante la colaboración y el esfuerzo conjunto podremos mitigar los devastadores impactos de estos desastres y construir un futuro más seguro y sostenible para todos.

LA HORA.- LOS RIOS