Deshidratación por la mañana

Según las investigaciones, la mayoría de nosotros tenemos un estado de
deshidratación crónica. Latente, habitual e imperceptible, la deshidratación
complica el funcionamiento del cuerpo.

Perdemos de 600 a 1000 gramos de peso por la noche, es el agua, que se
evapora a través de la piel y los pulmones. En general, el cuerpo debe estar
compuesto por un 50-70% de agua de acuerdo con las normas.
El H2O participa en la termorregulación, la digestión (forma la mayor parte de
todos los jugos digestivos), lubrica las articulaciones, ayuda a convertir los
alimentos en energía, elimina varios desechos metabólicos, etc.
Si al cuerpo le empieza faltar el agua todos los líquidos corporales se
espesan: la sangre, la linfa, los jugos gastrointestinales, la bilis, la orina. La
sangre espesa aumenta la carga del corazón y de los vasos sanguíneos. La
linfa viscosa inhibe la eliminación de los desperdicios del metabolismo del
cuerpo. La bilis gruesa interfiere con el pleno funcionamiento del hígado,
ayuda a aumentar el colesterol malo y empeora los procesos digestivos,
dicha bilis es más propensa a la formación de cálculos.
La orina espesa aumenta las posibilidades de desarrollar urolitiasis.
Bueno, vale la pena recordar sobre el cerebro, ¡que está hecho de 75% de
agua!
Por lo tanto, el café habitual de muchos a despertar al estómago vacío antes
de tomar al menos 200-600 ml de agua puede hacernos daño. Deshidrata,
espesa la sangre y la bilis, acidifica la sangre nocturna ya fisiológicamente

oxidizada (el hígado vierte parcialmente los metabolitos tóxicos ;oxidantes
en la sangre). ¡El entrenamiento matutino en una situación así se vuelve
simplemente peligroso!
Además, si no has bebido suficiente agua al estómago vacío, un desayuno
DENSE te deshidrata aún más. Después de todo, la sal y las proteínas de los
alimentos espesan la sangre y aumentan su presión osmo/oncótica, que
obliga al agua de las células a entrar a la sangre con el fin de prevenir esta
peligrosa condición: la deshidratación.
¿Cuál es la decisión? Calentar el agua, mejor la alcalina, después de
despertarse y tomarla al estómago vacío, y luego todo lo demás. Son las
verdades simples, pero aún así…

Dra. Tatyana Starchenko