¿Cómo actuar si nuestros hijos reciben contenido pornográfico a través del móvil?

Gemma Mestre-Bach*

Internet ha permitido a los adolescentes un acceso muy fácil a la pornografía, y ello se ha convertido en una realidad en muchos hogares, por lo que las familias deben saber cómo hacer frente a este consumo y cómo orientar a sus hijos.

Para facilitar esta tarea a las familias, el Grupo de Investigación en Adicciones Comportamentales de la Universidad Internacional de la Rioja, junto con Dale una Vuelta y el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, han lanzado una guía para familias en la que abordan el tema del uso de pornografía en los menores. La guía es de acceso gratuito a través del link: https://www.unir.net/wp-content/uploads/2023/12/Guia-para-Familias_Adolesce ntes-y-Uso-de-Pornografia.pdf

Hay que tener en cuenta que los adolescentes se encuentran en una etapa de desarrollo físico, psicológico y sexual. Por ello, los contenidos sexualmente explícitos pueden tener en ellos un impacto notable, dado que su cerebro aún está en desarrollo y tienen aún dificultades en distinguir entre realidad y ficción. Debido al elevado interés por la sexualidad presentado por gran parte de los adolescentes, éstos pueden recurrir al uso de contenidos pornográficos con distintas motivaciones, entre las que destacaría el uso de pornografía como fuente de educación sexual. Otras de las motivaciones incluyen el usar pornografía para aclarar sus preferencias y orientación sexuales, para gestionar emociones intensas o por presión social de los amigos y compañeros.

Los contenidos pornográficos pueden tener determinados efectos perjudiciales para algunos adolescentes, como: (a) generar expectativas irreales sobre la sexualidad; (b) potenciar conductas sexuales de riesgo, como el no uso de preservativo; (c) originar preocupaciones sobre la imagen corporal, al compararse con los actores y actrices; (d) potenciar la cosificación de la mujer y las desigualdades entre hombres y mujeres; o bien (e) acabar derivando en un uso problemático de pornografía, en el que el adolescente pierde el control sobre la conducta y la pornografía pasa a ser el centro de su vida.

Para prevenir el uso problemático de pornografía, las familias tienen un rol esencial. Uno de los consejos principales para los progenitores es dar ejemplo al menor en cuanto al uso de dispositivos. Asimismo, se recomienda que los familiares observen los hábitos del adolescente en cuanto al uso de dispositivos e internet, uso de redes sociales, etc. Tras dicha observación, se

recomienda que los familiares establezcan normas de uso de estos dispositivos. Por ejemplo, numerosos expertos sugieren limitar el uso de dispositivos a determinadas horas del día, así como a zonas compartidas del hogar, para poder facilitar una adecuada supervisión. Otro aspecto que parece tener una gran relevancia en la prevención del uso problemático de pornografía es la instalación de sistemas de control parental en todos los dispositivos a los que tenga acceso el adolescente.

Además de estos aspectos, se recomienda que los familiares tengan conversaciones sobre educación sexual con los adolescentes para poder resolver las posibles dudas que éstos puedan tener al respecto. La citada guía incluye distintos consejos para abordar de manera efectiva estas conversaciones.

Finalmente, en el caso de que los familiares detecten que el adolescente tiene un uso problemático de pornografía, pueden pedir ayuda a expertos en salud mental. Asimismo, el Grupo de Investigación en Adicciones Comportamentales de la Universidad Internacional de La Rioja ha desarrollado el primer programa de autoayuda online para jóvenes que permite el abordaje del uso problemático de pornografía. El programa se llama “Cómo Dejarlo” (comodejarlo.org) y es de acceso gratuito.

● GEMMA MESTRE -BACH , es profesora del Grado en Psicología e investigadora principal del Grupo de Investigación en Adicciones Comportamentales (GIAC) de UNIR