Una vez más, el presidente Guillermo Lasso llamó la atención por la soltura con la que emitió graves declaraciones en uno de sus recorridos por el interior. En esta ocasión se refirió al pedido de ayuda que han elevado al gobierno los sectores más afectados por la invasión rusa a Ucrania.
“Que no me vengan a llorar los ricos”, “ese es problema de ellos”, “que vean la manera cómo asimilan el golpe”, “el dinero del pueblo no es para cuatro amigos del gobierno”, fueron algunas de sus afirmaciones.
Estamos ante una severa crisis, de origen externo, que pone en riesgo más de 1.000 millones de dólares en exportaciones, decenas de miles de empleos en la Costa y Sierra, y que también impactará en el sistema financiero. Ante ello, bananeros y floricultores no han solicitado dinero público, sino ciertas medidas tributarias y crédito a largo plazo. El pedido puede ser cuestionable, pero es digno de consideración.
En lugar de ello, el presidente ha reaccionado con retórica populista; una combinación de indolencia de lo peor de la derecha con pobre teoría económica— creer que una actividad solo abarca y afecta a “los ricos”— típica de la izquierda tumultuaria.
Quizá estos episodios son calculados y le permiten al régimen medir reacciones. Después de todo, la campaña electoral ya arrancó. Pero el tiempo corre y un gobierno no debe manejarse solo con maniobras de comunicación. El escándalo y la convulsión solo favorecen a sus rivales.
El gobierno —el primer intento por liberalizar la economía que el país ha elegido en 30 años— necesita resultados tangibles ya, si quiere optar por construir un proyecto a futuro.
FRASES DEL DÍA
«Solo tiene miedo a envejecer quien no está viviendo la vida que desea.”
Susan Sontag (1933-2004), escritora
«En política lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.”
Konrad Adenauer (1876-1967), político alemán