Ñeque paralímpico

Al montañista ecuatoriano Santiago Quintero le amputaron la mitad de los pies, pues se le congelaron en el Aconcagua en 2002. Luego de eso, ha seguido conquistando las montañas más altas del mundo. A la surfista Bethany Hamilton, de Hawái, el deporte que tanto ama le arrebató el brazo izquierdo cuando tenía 13 años. Ahora, con 31, es una de las 50 mejores dentro de su rama. Esa misma ‘garra’ mostraron ayer las ecuatorianas Poleth Mendes y Anaís Méndez, quienes lograron medallas de oro y bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

Las hermanas Méndez(s), una con s y otra con z, por un error al momento de la inscripción, tienen discapacidad intelectual y demostraron que con ganas y preparación los sueños están para cumplirse.

Es trillada la historia de la falta de apoyo y recursos en el país. Ellas se quedaron sin un recinto para entrenar tras la liquidación del Centro de Alto Rendimiento de Carpuela, aunque luego fueron acogidas por la Federación Provincial de Imbabura y un centro en Guayaquil.

Que su triunfo sirva de inspiración, pero también de motivación para luchar por los derechos. Un Estado eficiente y con sus prioridades en el lugar correcto, debe entender la inversión que se hace en el futuro cuando se apuesta por el deporte en jóvenes y niños.

Poleth y Anaís Méndez son un símbolo de lo que somos como ecuatorianos, e impulsar símbolos para amplificar su motivación, origen y efecto rendirá frutos más temprano que tarde.

FRASES DEL DÍA

«Recuerda que todo ser humano es apenas una ligera variación de ti mismo.”

William Saroyan (1908-1981), escritor armenio

«Ante la falta de reputación, se puede lograr lo mismo con coraje.”

Margaret Mitchell (1900-1949), periodista estadounidense