A veces es inevitable que lo económico cobre protagonismo en la Navidad. Regalos, sorpresas, compras, promociones; parecería que es una fecha erigida alrededor del consumo y el gasto, imposible de celebrarse debidamente en épocas de finanzas magras, como la actual. No debe ser así; tanto en las culturas ancestrales con sus celebraciones alrededor del solsticio, como en la tradición cristiana de profundas raíces en el país, esta es una época que invita, ante todo, a recordar las verdaderas prioridades de la vida, en unión, gratitud y esperanza.
A la luz de una celebración de semejante magnitud, no hay diferencia, desavenencia o división que en este día no luzca intrascendente. Es bueno recordar que la unidad —de la familia, de la comunidad, de la nación, de los compatriotas— rebasa ampliamente en importancia y fortaleza a todas esas pequeñeces que nos distraen a diario.
Así como la crítica, la inconformidad y la capacidad de indignarnos nos ayudan día a día a señalar aquellos ámbitos en los que es necesario progresar, siempre es justo reservar un lugar especial en estas fechas para la gratitud. A la larga, si es que seguimos teniendo país, paz y visos de ‘normalidad’ es porque, al final de cuentas, tenemos muchas más cosas buenas por las que estar agradecidos que cosas malas que lamentar y maldecir.
Ni nosotros ni nuestros antepasados hubiésemos llegado jamás aquí si no fuese por la capacidad de abrazar la esperanza en los momentos más oscuros. Que esta fecha nos ayude a recordarlo y a renovar ese compromiso. ¡Felices Fiestas!
FRASES DEL DÍA
«Escoge siempre vivir. Una vida denostada es mejor que la mejor de las muertes.
Mo Yan (1955), escritor chino
«La educación es la base del progreso; leer es un derecho incluso espiritual.
María Moliner (1900-1981), filóloga española