Las preguntas que deja Glas

La salida de la cárcel del exvicepresidente Jorge Glas, por medio de un habeas corpus, no implica que este sea inocente ni que la Justicia se haya equivocado al condenarlo. Al contrario, el exmandatario tiene aún en su haber dos sentencias ejecutoriadas y una en etapa de apelación —y eso sin descontar que el futuro le depare aún más demandas—. No se trata de la liberación de un preso político ni del redentor triunfo de un inocente contra el Estado, como alega la narrativa impulsada desde el correísmo, sino el de un convicto por asociación ilícita y cohecho que ahora recibirá “medidas alternativas a la prisión”.

Su salida despierta interrogantes. Unos ven en ella la evidencia final de un pacto espurio con el actual régimen; otros, al contrario, creen que el hecho demuestra el respeto que el presidente Guillermo Lasso tiene por el poder Judicial y los otros poderes del Estado. Las respuestas, por un lado, deberán venir desde el Derecho, sobre todo con respecto al uso pertinente de la figura del habeas corpus y a la competencia del juez Diego Moscoso.

Por el otro, las respuestas definitivas vendrán de lo que suceda a partir de hoy con el propio exvicepresidente Glas. ¿Huirá del país, para vergüenza de la Justicia, y se sumará al coro de prófugos que despotrican contra el Estado ecuatoriano? ¿Será el protagonista, o incluso el candidato, de alguna turbia alianza electoral —pública o implícita—? ¿Otro giro igualmente sorpresivo y caprichoso lo pondrá de vuelta en una celda?

Se trata de un asunto espinoso y divisivo más con el que nuestro sistema político, ya saturado de temas espinosos y divisivos, deberá lidiar. Ojalá que su resolución, cualquiera que sea, contribuya a que la población recupere de a poco la confianza en el futuro, en lugar de abonar a la decepción.

FRASES DEL DIA

«La moda comienza y termina siempre por las dos cosas que más aborrece: la singularidad y la vulgaridad.”

William Hazlitt (1778-1830), escritor inglés

 

«Ante un fracaso, es mejor sentir que fue una mala decisión que sentir que no tuviste elección.”

Susan Sarandon (1946), actriz estadounidense