¿Indefensa o indefendible?

Rocío Silva

La asambleísta Rosa Cerda de Pachakutik  en una reunión pública de simpatizantes de su partido, hace su ingreso en forma victoriosa, se ubica en la tarima, con sumo entusiasmo toma el micrófono, empieza con saludos emotivos en kichwa, luego en un perfecto español nombra a cada uno de las autoridades de su movimiento que están presentes, alardea su opinión sobre el tipo de convocatoria a la que acude, precisa que por tratarse de una convención es preferible que no haya ataques personales, pregona que en una asamblea todo habría sido distinto, exalta su triunfo en las últimas elecciones, ensalza sus acciones, se mueve rítmicamente al son de consabidas consignas de luchas populares urbanas acuñadas en los años 70, concluye su intervención con estos exordios: “Si van a robar, roben bien, justifiquen bien, pero no se dejen ver las cosas, compañeros”, todos aplauden.

Las explicaciones, interpretaciones y defensa, desde sus coidearios no se hicieron esperar, Marlon Santi aclara que son declaraciones personales de Rosa Cerda, que no representan una posición del movimiento Pachakutik y que se corresponden a un problema de interpretación por tratarse de una persona kichwahablante, criterio al que se acogen otras asambleístas del movimiento.

Salvador Quishpe, desde su fogueo político, recurre al “linchamiento mediático” echa la culpa a los periodistas y aduce una descontextualización en las expresiones en un video incompleto, exigirá a todos que se pida perdón a la asambleísta, pues, ella está haciendo uso de su afán de fiscalizar la corrupción. No falta quien diga que él se quiso decir que “se robe bien, sin dejar pruebas, como lo han hecho en los gobiernos y todo ha quedado en la impunidad”. Nina Gualinga, alega que es un discurso metafórico en el contexto e idioma materno, análogo al de la activista sueca Greta Thunberg,

Lo cierto es que ninguno de los defensores de Cerda, recurre a los componentes del discurso político, ni identifican las zonas predominantes del mismo, ya sea en su componente descriptivo, didáctico, prescriptivo y programático; de haber sido así, los mismos defensores habrían exigido la renuncia a la asambleísta de marras. [email protected]