¿Sorprendidos?

Agustín Sánchez Lalama
Agustín Sánchez Lalama

Muchos, por no decir la gran mayoría de votantes, nos vimos sorprendidos con los resultados nacionales y provinciales en las elecciones pasadas. Si bien, corrían ya encuestas en la semana post debate que evidenciaban el crecimiento notorio de Daniel Noboa, aún existía en el ambiente la posibilidad que saldrían favorecidos quienes cuya tendencia se marcó en inicio, y que la tan fanfarroneada “una sola vuelta” quedaría en una simple muletilla difícil de replicar.

Es momento de virar la página y enfocarnos en lo que viene tanto para los candidatos como para sus votantes, no descartemos una campaña más agresiva en la que el candidato sorpresa sea ahora el blanco de críticas, calumnias y difamación. “Ya lo hicieron y lo volverán hacer”, cuando Topic, según sus propias encuestas se encontraba peleando el segundo escalón, con un apetito voraz los aliados de su principal rival se vinieron con todo a tratar de sacarlo de en medio, cuando en toda la campaña no se incomodaron el uno al otro. Es cierto e innegable, que el lamentable fallecimiento de Fernando Villavicencio alteró el contexto nacional, he ahí una explicación de la variación de voto sentimental en Tungurahua por ejemplo, y el desplome de otros candidatos presidenciales que auguraban su paso a segunda vuelta, pero de ahí a mantener que dicha muerte tuvo un único fin de impedir una victoria en una sola vuelta, no solo que resulta infame, sino denota la calidad humana de quienes repiten esa retórica.

Tal parece, que quiénes por ahora se sienten perdidos, apelarán al discurso de odio y división, ricos vs. pobres, pelucón vs. pueblo, y claro, eso queda bien para el discurso, pues no olvidemos que quienes ofrecían todo para el pueblo y nada para ellos, engrosaron las filas de los más pudientes burócratas, disputándose las portadas de revistas de farándula, ¡cuánta doble moral compañeritos! Es que eso también «ya lo hicieron», y me temo que lo volverán hacer, profundizando las enormes heridas del país.

En todo caso, no podemos dejar de analizar que uno de los principales factores que catapultó a Noboa a pelear la presidencia, es precisamente el desgaste de ese discurso de odio y confrontación, resurge así, la esperanza de un Ecuador que se incline por los “qué” y “cómo” para solucionar lo urgente y prioritario, considerando los pocos meses de gobierno, constituyendo una oportunidad para estar mejor.