Osadia de Nicolás Maduro

Iván Paredes

Latinoamérica está cansada de los epítetos, insultos, comportamiento e intromisión del ‘señor’ Nicolás Maduro, que funge como Presidente de la República de Venezuela (hoy República Bolivariana de Venezuela). Habla y vocifera desde su trinchera, porque salir y hacerlo desde otro espacio, nunca lo haría; y, por más que tratemos de no escucharle y hacernos de los oídos sordos, es imposible dejar pasar la manera como se dirigió al Primer mandatario de nuestra República del Ecuador, no debiendo permitir tal afrenta porque ofende a todo el pueblo ecuatoriano.

Quien inició este dilema es el susodicho, al comentar y ofrecernos asesoría en el conflicto interno contra la delincuencia, esto, lo hizo el 15 de enero del 2024, además, manifestó que no pida ayuda al Comando Sur de Estados Unidos, sugerencias fuera de toda razón, más aún, cuando provienen de una persona que ha demostrado poca capacidad intelectual, falta de preparación y conocimiento del lenguaje, comportamiento, aptitudes y actitudes que no le hacen merecedor hacer escuchado; pero, de manera correcta y educada el Presidente Noboa, le dijo ‘gracias, pero no gracias’; y, por supuesto que los ecuatorianos no íbamos a permitir esa ayuda por el mismo proceso histórico, evolutivo y ético que tenemos.

Posteriormente, el par ecuatoriano señalo que no reconoceremos el resultado de las próximas elecciones venezolanas, al considerar que no son libres (30-01-2024), a lo cual, Nicolás Maduro manifestó, entre otras cosas, que ‘Noboa, te digo algo que es peor, piénsalo bien cuando te vas a meter con Venezuela, porque el que se mete con Venezuela se seca y te vas a secar, ocúpate de tu país, que tienes un berenjenal y no sabes que hacer, has abierto las puertas al diablo’ (31-01-2024). Utilizar esos términos y amenazar al Presidente del Ecuador, no lo permitiremos, más cuando, hemos recibido a muchos venezolanos que fueron botados y abandonados por un gobierno dictatorial, y que, el ecuatoriano debe ser respetado en todo rincón del Mundo; es decir ¡Ecuador se respeta!