Iván Elizalde González
Es increíble salir a las calles y mirar a nuestro alrededor, observando cómo hay tanta irresponsabilidad ante la situación que estamos atravesando, el COVID-19 y ahora con las nuevas variantes está causando demasiadas muertes, ya es insostenible y está atacando la economía de cada uno de nosotros, pero a esto sumarle que existen personas indolentes que salen a la calle con total normalidad sin ninguna medida de precaución, como si fuera un día normal ¿cuándo se perdió la sensibilidad, solidaridad y la empatía con el prójimo?
Diariamente al revisar tu celular o PC encuentras a los padres, los abuelos, los hijos, los hermanos de algún amigo o compañero de trabajo que están pidiendo una oración, para que sus familiares sanen y logren recuperase, pero mientras esto no te suceda a ti, tener que ver, vivir el sufrimiento y la agonía de un familiar cercano a ti, no vas a entender lo doloroso que es enfrentar en tu cabeza la posibilidad que tu familiar pueda morir. Así que, como no me pasó a mí, seguimos con el egoísmo de salir a fiestas, a reuniones, a hacer deporte o dar una vuelta al parque, exponiendo a cada uno de nosotros, lo increíble es que estas mismas personas son las que exigen, critican la falta de camas en hospitales sin darse cuenta que ellos fueron los causantes de esa situación.
En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. 1 Pedro 3:8