Mañana, quienes trabajarán

Cecilia Chacón
Cecilia Chacón

Pensar en el pasado y en el futuro es un desgaste emocional. Nada más difícil que jugar de agoreros, adivinos, pitonisas o iluminados. Al Ecuador de hoy no le quedan los profetas que se juegan el cambio y la refundación de la patria, palabra ya desgastada y maltratada por algunos. Tampoco, funciona decir que cuentan con recetas salvadoras, experiencia y visión. A los que se van, queda claro, que no les funcionó ni lo uno, ni lo otro. Nada que levante los ánimos de este pueblo sumido en la delincuencia y la obligación de ir a votar.

Si el voto fuera voluntario, la respuesta y los mecanismos de las maquinarias electorales como del mismo sistema democrático serían distintas. Promoverían el voto como un derecho y no como la herramienta propagandística y de uso tramitológico que tenemos. Si los planes de gobierno que se presentan fuesen leídos con atención, exigiríamos mejor a nuestros gobernantes sobre el cumplimiento de sus ofertas.

¿A partir de mañana, quienes realmente trabajarán? Pues, los tiempos están así de cortos. Hoy se termina un ciclo político electoral. Mañana empieza otro. Se reactivarán las fuerzas de la comunicación política, porque mañana mismo empieza la siguiente campaña presidencial. Nos van a seguir tratando con el mismo ritmo de los últimos seis meses. Sondeándonos, vaciándonos de contenidos, jugando a la inteligencia artificial, escribiendo el capítulo de la próxima temporada presidencial y buscando cómo convencernos sin darnos solución a lo realmente urgente.

Mañana empieza el trabajo de la oposición – cualquiera que sea- siempre habrá una. Mañana empiezan a dar lectura del escenario político conformado por los pesos del poder que tendrá la próxima asamblea y las ventajas y desventajas del nuevo gobierno. Es decir, los que no perderán estás elecciones son las maquinarias políticas electorales y de propaganda que no perderán pista para darnos un año y medio más de pan y circo para el pueblo.