Malos ecuatorianos

Iván Paredes

Causa indignación que, personas nacidas en nuestro territorio llamado Ecuador, al cual se debe respetar, honrar,  querer, proteger, sin el mínimo escrúpulo le causen un daño que repercute a nivel internacional y, quedará grabada en la historia como un atentado a la democracia y al orden constituido.

Venderse y vender la conciencia por unos cuantos dólares, a sabiendas que están haciendo grave perjuicio a la Nación, sin importarles sus causas y consecuencias; peor aún, el amor a la Patria que les vio nacer y cobijado como parte de, desde sus ascendientes, causa estupor; más aún, a la sociedad que tiene las mismas características biológicas, pero con principios diferentes, donde el diario vivir les golpeará el pecho recordándoles que son malos ecuatorianos.

Permitir, ser cómplice y ofertar la decisión ciudadana en las urnas, alterando el voto, sea cual fuese la elección tomada por el votante, es totalmente imperdonable porque, antes de hacerlo y caer en tentación deberían haberse preguntado la afectación que le hacen a este hermoso país; y, por decencia no deberían decir que “se presume”,  cuando fotos y videos son contundentes.

Lo inentendible es la falta de patriotismo y amor al entorno de su ser. No debe importar qué o quién obtenga mayor votación electoral, porque el respeto a la democracia es aceptar la decisión de la mayoría de ciudadanos, pero con estos protervos movimientos políticos y sus politiqueros que quieren llegar a dirigir el país a cualquier costo, al punto de comprar la conciencia de frágiles  tontuelos que se prestan para aniquilar la democracia ecuatoriana y votar al piso la historia de un país lleno de orgullo e hidalguía.

Estos malos ecuatorianos deben ser plenamente identificados a la luz pública y retirados sus derechos civiles de por vida, como escarmiento para que no se vuelva a repetir en las próximas elecciones del 2025.