Su capacidad de caminar de espaldas, trastrabillando en cada paso que da, como presidencia de la Asamblea Nacional, ha hecho de Guadalupe Llori, el sueño al que cualquier circo de comarca aspira, pues, es una suerte de histrión, malabarista y acróbata, Llori cabalga por caminos dramáticos y emocionales, se muestra sensible ante las críticas o la desaprobación, cree que sus amistades son las más decidoras y culpa a otras personas de sus fracasos o decepciones.
Llori nunca supo qué hacer para lograr su permanencia como presidenta, empezó siendo parte de un acuerdo político, que no se proyectaba ni fuerte ni duradero, para colmo, entendió a su designación, como el altar en el que se realizan actos de fe, dónde no cabe cuestionamiento, solo así, se entiende que ha incurrido en gastos abusivos reembolsables en hosterías, masajes; ha sido cuestionada por contratos con servicios de catering, para posibles eventos y un intento frustrado de compra de vehículos de alta gama.
Su rendición de cuentas, como presidenta de la Asamblea Nacional, tuvo como prefacio un video plagado de testimonios personales de parroquianos amazónicos, que exaltaban su origen humilde, sus favores a amistades, su piadosa entrega a las causas pías, sus inicios en la barriada para conseguir la energía eléctrica; todo lo cual, contrastaba con una ceremonia presencial, donde hubo alfombra roja, en la que la Escolta Legislativa montó una extensa calle de honor, que dio cabida a 275 invitados.
Con cada declaración de Guadalupe Llori, parecería que un Alexa circuitado hace las veces de su asistente y asesor, ha acusado a sus mismos coidearios de intenciones desestabilizadoras, se autodenomina hija de Dios, emite epítetos de grueso calibre a diestra y siniestra, su conducción de las sesiones del Pleno, es laberíntica, titubeante, llena de ardides.
Guadalupe Llori, se ha dedicado en su afán de ganar tiempo, a deambular de noticiero en noticiero, ha recurrido a la justicia abocando que sus derechos están siendo violados, en una velocidad increíble, con un día de por medio, un Tribunal de Garantías Penales del cantón Quito, ha otorgado medidas cautelares a su favor, si estamos ante Lupita “la milagrera”.