Perdernos a nosotros mismos

Es tiempo de ver atrás
Es tiempo de ver atrás

Pablo D. Punín Tandazo

En esta ocasión no voy a escribir sobre algún tema político o jurídico, hoy quiero compartirles algo que recientemente me dejó pensando mucho e invitarlos a cuestionarse también.

Una persona a la que le tengo profundo cariño, con la que conversé hace poco, me dijo que le preocupaba verme así. Sorprendido, pues según yo no me ocurría nada, le pregunté a qué se refería. “Veo que te estás olvidando de ti”, me dijo. Con más intriga que antes, insistí: “¿A qué te refieres?”

Entonces, me contestó: “Me cuentas de tu trabajo, tus estudios y tus proyectos, pero no me has dicho nada más de ti. Veo que las noches de guitarra se han convertido en desvelamientos académicos; que los sábados de videos musicales y deportes pasaron a ser horario laboral, y que los paseos del domingo, acompañados de poemas, fueron reemplazados por una pila de obligaciones autoimpuestas”. Lo primero que pensé fue: ¡Así no son las cosas! Y enseguida repliqué: “Estoy luchando por lo que quiero, por lo que me apasiona, intentando cumplir mis sueños y para eso se requieren sacrificios”. Se quedó en silencio por un minuto, me observó y preguntó: “¿Incluso si ese sacrificio eres tú mismo?”

Sin saber si esperaba una respuesta, me callé y enseguida vino a mi mente todo lo que me había perdido hasta ahora por “mis sueños”. En las veces que me puse en segundo, tercer o hasta cuarto plano por alcanzar un objetivo. En lo poco que estaba viviendo por encontrar la vida que anhelo, mientras el tiempo, que nunca regresa, se llevaba momentos irrepetibles.

Me gustaría contarles todo en lo que he pensado desde entonces, pero este espacio no será suficiente. Solo puedo decirles que esta pregunta me ha servido para comprender que no debemos renunciar a nuestra esencia para alcanzar nuestros sueños, sino que estos llegarán, a su tiempo y en su lugar, sin necesidad de caer en sacrificios extremos e innecesarios.

Con esto no pretendo decirles que dejen sus trabajos, que no estudien o que no se esfuercen por alcanzar sus metas; solo quiero que se pregunten si ese esfuerzo que realizan no se ha convertido en un sacrificio que los aleja de lo que son, impidiéndoles disfrutar del camino que recorren.

El camino es la parte más importante del viaje y si nos perdemos a nosotros mismos mientras lo transitamos, probablemente nunca llegaremos al destino que esperamos.

[email protected]