Nos siguen -y seguirán- pegando abajo

Es tiempo de ver atrás
Es tiempo de ver atrás

Pablo D. Punín Tandazo

Las declaratorias de guerra y estados de excepción no cesan. El campo de batalla, que empezó en las cárceles, se ha asentado en los lugares más necesitados. No se sorprendan si, poco a poco, alcanza todo el país.

Disparos por la mañana, discursos vacíos al medio día y sobre el final de la tarde las bombas caen. Al llegar la noche, la angustia obstruye el sueño y la incertidumbre sobre un nuevo día entra por la ventana. Duro, ¿no? Imaginen cómo ha sido, durante tanto tiempo, para quienes esta se ha convertido en su forma de (sobre)vivir. Esto es solo un poco de lo que sufren los “olvidados”.

Pasan gobiernos, pasan autoridades, pasa el tiempo, pero lo único que no pasa es la indiferencia a los de siempre. ¿A quiénes? Exacto, a ellos justamente.

Así son las guerras, violencia en todas partes, pérdidas incalculables y sus consecuencias más nefastas casi no llegan a quienes las inician, sino que, suelen quedarse entre quienes intentan escapar de ellas durante toda su vida. Usando palabras sacadas de una mente sobrada de genialidad, se puede decir que lo(s) están golpeando todo el tiempo y lo(s) vuelven, vuelven a golpear.

Sin duda alguna, nos siguen pegando abajo y lo seguirán haciendo mientras mantengan la misma línea que han utilizado hasta ahora, ignorando lo que importa y disparando con mangueras de gasolina al fuego.

La paz se acerca más a la utopía que a la realidad y es alejada por la terquedad de quienes tienen poder para decidir sobre un futuro que no les pertenece, el cual parece importar poco.

No podemos tolerar improvisaciones, ni permitir que sigan jugando a equivocarse mientras nuestra sociedad se desangra. El camino que estamos transitando nos está llevando a un callejón sin salida.

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