¡No hay agua!

Más oxitocina, menos cortisol
Más oxitocina, menos cortisol

Andrés Ojeda Sotomayor

 7 a.m. No hay agua. Desayuno ligero. El racionamiento es frecuente. Se restablecerá por lo menos al medio día. ¡Es un recurso imprescindible! Me da por escudriñar las normas relacionadas al agua potable. Encuentro que se nos garantiza el abastecimiento permanente, el saneamiento ambiental y la conservación de los reservorios naturales. Es competencia del municipio proveernos un servicio fluido. En las planillas pagamos por obras de alcantarillado, plan maestro, seguridad ciudadana, protección de microcuencas y recolección de basura ¿Tiene algo que ver la seguridad con la dotación de agua? A menos que haya un desperfecto grave o sabotaje a las fuentes de captación, no creo se atente contra la provisión del líquido vital, ni de los ciudadanos. Porque si tocamos ese vals, en Loja la inseguridad esta imparable. ¡Vivimos en zozobra! En todo caso, es tarea del cabildo coordinar acciones con las autoridades del orden público para precautelar la convivencia de la comunidad.

Eventualmente la recolección de basura también hace falta. Fundas y tachos amanecen en las veredas. Se genera un problema de salud pública. Las mascotas rompen las fundas buscando comida y quedan los desperdicios arrojados en la calle. Llamo a la oficina municipal, dicen que los carros recolectores están en mantenimiento. Las pocas unidades disponibles no alcanzan para todos los sectores. ¿Sería justo que nos descuenten en las facturas por interrupción del agua y por falta de transporte de desechos? No es descabellado pensarlo. Tendría que ser regulado mediante reformas a las ordenanzas vigentes, implementando un sistema para deducir los días y horas que los usuarios no contamos con estos servicios básicos. Así, las leyes que nos amparan serían más legítimas y equitativas. La nueva administración tiene ese reto. Lo malo puede revertirse con buena obras, buenas acciones y buena gestión.

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