Brenda Valdivieso Vélez
Grandes ideas han sido concebidas para cristalizarse en la actualidad en diversos ámbitos: artístico; empresarial; e, inclusive; para la resolución de problemas en un contexto socioeconómico. Éstas han surgido de personas creativas e innovadoras que han persistido tras su idea, la han pulido, expandido y mejorado a lo largo del tiempo.
La expresión de la creatividad no se puede disociar de la libertad de expresión. Creo que el mundo sería un lugar mejor si la creatividad estuviera más presente en las escuelas, familias y en la educación como tal. Invertir en creatividad es invertir en un futuro sostenible, en el que las personas tendrán mayores oportunidades para imaginar e innovar, mientras aprecian la diversidad de culturas e individuos.
Hoy, Día Mundial de la Creatividad e Innovación, atrevámonos a soñar en grande. Porque esos sueños tienen la fuerza para empujar el mundo hacia adelante y así sensibilizar también sobre este tema de vital importancia en aras de cultivar el desarrollo humano.
Pues los sueños más maravillosos, grandes y plenos se hacen realidad, pero no por sí solos, así como los deseos ciertamente se concretan, pero no por el mero hecho de ser deseados. Sueños y deseos aportan la energía necesaria para alcanzar un logro, y es nuestra tarea enfocarnos en cumplirlos mediante innovación, creatividad y emprendimiento que nos proporcionen un nuevo impulso hacia el crecimiento económico y la generación de empleo. Brindando así, más oportunidades para todas y todos, para además solucionar algunos de los problemas más apremiantes de nuestra sociedad actual.