Emily Sanmartín Valdivieso
Lastimosamente, los políticos han hecho un gran trabajo al momento de tergiversar lo que significa “hacer política”, ahora no podemos evitar mencionar la palabra corrupción mientras hablamos de política.
Ecuador se ha forjado por una cultura política demasiado deplorable y lo que estamos viviendo actualmente es una consecuencia de ello, Ecuador se encuentra dentro de un limbo en el cual nuestro destino está a manos del azar.
Esta gran problemática está acompañada de varias aristas y una gran parte de ellas nos tiene al pueblo como los principales responsables. Nuestro enfoque en aspirar a un futuro mejor radica exclusivamente en la educación, “porque el populismo no es nada más que el credo a la ignorancia”.
Aquí cada ciudadano tiene un papel importante para mejorar el entorno en el que vivimos, principalmente los padres y los profesores son los que tienen esta ardua tarea, ya que ellos se encargan de la formación de las nuevas generaciones.
No debemos aspirar simplemente a formar políticos, sino más bien líderes.
Las grandes revoluciones de la historia no fueron hechas por políticos, fueron hechas por ciudadanos comunes que vieron una calamidad en su camino y decidieron salir a enfrentarla.
Llegó el momento de unificar fuerzas para rescatar la dignidad y moral de nuestra sociedad, que en estos últimos años está en decadencia. La responsabilidad está en nuestro núcleo familiar, centros educativos y la misma sociedad.
Es preciso mencionar una frase de Cervantes en que dice: “Cambiar el mundo no es una locura ni una utopía, sino que es una cuestión de justicia”.