COP26

Lasso: primer año
Personaje Eddy Arrobo

Eddy Arrobo Rodríguez

En la ciudad de Glasgow, desde el 31 de octubre hasta el 12 de noviembre del año en curso, se viene celebrando la Vigésima Sexta Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la cual reúne a representantes de 196 países, científicos climáticos, expertos ambientales y activistas, con el objetivo de debatir, buscar colaboraciones, acuerdos y soluciones en la lucha mundial contra reloj, que permita limitar y frenar el calentamiento global y el cambio climático.

La pandemia por Covid-19 enseñó al mundo que todos los gobernantes del planeta deben estar preparados y que es obligatoria una buena interrelación con solidaridad, participación y cooperación internacional para poder enfrentar cualquier fenómeno que vaya en contra de la humanidad. Hoy, la tierra nos habla a través de catástrofes naturales, huracanes, lluvias torrenciales, deslaves, inundaciones, olas de calor, sequías, etc. nos grita anticipadamente que ya no hay tiempo y que debemos tomar medidas urgentes para reducir las emisiones contaminantes que amenazan el futuro del planeta.

El mundo se pregunta ¿cuántas cumbres más se tendrán que celebrar, para que los falsos líderes de los países industrializados, tengan compromisos responsables con la humanidad y apoyen la transición del planeta hacia un futuro con emisiones de carbono bajas y pasar del discurso a la acción, del ofrecimiento a la puesta en marcha y de las poses a los hechos?.

Lo cierto es que el futuro es incierto, ya que prima el postureo y la agenda económica. El anhelo de Txai Suruí, representante indígena de la Amazonía de Brasil, que manifestó en la cumbre “que nuestra utopía sea un futuro en la tierra” está lejos de la conciencia y raciocinio de los gobernantes que se dicen proteger y defender la naturaleza y la humanidad.

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