Lo que debe enfrentar

Jaime López

La Señora Alcaldesa elegida en las elecciones pasadas, para ocupar la Administración del Gadma Ambato, debía empezar por un proceso de transición cordial y técnicamente ejecutado por sus actores, lamentablemente fue suspendido por esos desentendimientos injustificables, domésticos y nada responsables, que también sucedieron en las principales ciudades del país y que le dijeron a sus mandantes que uno de los supuestos elementos para saber  si tenemos o no democracia, no existe y que la falta de ejecutar nuestra nacionalidad sintiendo hermandad en lo que nos cabe realizar, cada vez nos ratifica que somos habitantes de un país que no conocemos, al que sin sentimiento llamamos Ecuador. Por ello proliferan  las denominaciones étnicas del indigenismo,  que apelan a llamarse confederaciones y otras leguleyadas que lo que procuran es cambiar el  nombre de un País fundado con principios básicos y  forjar sistemas  populistas terroristas al que Iza y sus secuaces ya lo llaman de manera estúpida e insultante  izquierdismo latinoamericano. Sin profundizar el prólogo del artículo, los ambateños cubiertos por la ambateñía ancestral, debemos obligarnos a pedirle a la señora Alcaldesa que también debe tener su interior cubierto por el mismo sentimiento, enfrentar con capacidad Administrativa y apoyos del personal existente en el Municipio, la elaboración de un manual de gestiones  que no esté contaminado por los apetitos electorales de quienes impulsaron su campaña electoral y que a muchos de ellos lo que les anima es a reemplazar, si es posible, a la mitad de los mil empleados municipales. Si la Administración Municipal por ello afecta a los trámites de los contribuyentes, seguramente  a los nuevos empleados no les importará y  el cambio de la Ciudad Linda a Ciudad Linde  tampoco. Entonces además, la Señora Alcaldesa debe prepararse para enfrentar a sus amigos convertidos en enemigos, a la reacción del Altivo Ambateño que sabe luchar con la muerte, que tiene a los Tres Juanes como sus Generales para dirigir los ejércitos que pueden generarse si es preciso. Los combates que la Señora Alcaldesa tiene a su vista inmediata están allí, para controlar la proliferación de ventas  ambulantes, que cada día se convierten en un atentado para la salud, solamente debe circular por la calle Castillo, entre Sucre y Bolívar, cubierta con la máscara sanitaria para mirar cómo prolifera impunemente la venta de mariscos en la puerta de la Cooperativa OSCUS. Este es un principio de atención para la señora Alcaldesa. Seguirán otros.