La farándula política

La farándula política
Andrés Ojeda Sotomayor

Andrés Ojeda Sotomayor

En mi opinión, la política dejó de ser un ámbito de toma de decisiones para convertirse en un espectáculo mediático. La farándula política, alimentada por los medios de comunicación, ha transformado el ejercicio del poder en un show donde el entretenimiento predomina sobre la relevancia de los asuntos públicos. Algunos medios, en su búsqueda de audiencia y rating, ven a la política un terreno fértil para crear narrativas que más parecen guiones de telenovelas que análisis serios de las cuestiones que nos afectan a todos. Los políticos, conscientes de esta realidad, se convierten en actores que interpretan papeles diseñados para captar la atención pública. Esta fórmula tiene consecuencias profundas para la democracia y la participación ciudadana.

Creo que, al priorizar los escándalos políticos, se desvía la atención de los temas críticos que requieren ser abordados. La farándula sensacionalista nos muestra información sesgada que no solo reduce la opinión popular, sino que divide al ciudadano y lo conduce a emitir juicios basados en la emocióny no en el análisis crítico. Esto disminuye la credibilidad en la política y debilita la capacidad del Gobierno para implementar medidas efectivas. Debemos reflexionar respecto de ¿hasta qué punto se sacrifica la integridad de la información para captar audiencia, y qué tipo de información estamos consumiendo?

El nuevo periodismo debe informar desde la ética y los valores, sin socavar la salud democrática. Hace falta concienciarnos que los medios nos invaden con contenidos como «pastillas que debemos tomarnos a secas». Es tiempo de exigir una prensa más comprometida con la verdad, y una política que responda a los desafíos auténticos de la sociedad. La responsabilidad debe ser compartida entre todos los sectores, solo si queremos cambiar esta dinámica que nos devuelva la esencia de la política: el servicio al bien común.

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