La Democracia

Vicente Maldonado Quezada
Vicente Maldonado Quezada

Vicente Maldonado Quezada

“Bendita la democracia si se consolida como el arte de pensar, discutir y discernir transparentemente el presente y futuro de los pueblos”

Aunque todas las civilizaciones tienen diferentes formas de democracia, el concepto es controvertido y existen múltiples perspectivas sobre su contenido. Derivada etimológicamente de la palabra griega demokratia, la democracia es un sistema en el que el pueblo ejerce el gobierno. Esa dimensión refleja la característica fundamental de la misma -el gobierno de la mayoría-.

La democracia es un dispositivo institucional utilizado para llegar a decisiones políticas en las que la sociedad tiene la palabra mediante elecciones. Es un sistema de gobierno en el que la sociedad, actúa indirectamente a través de la competencia y la cooperación de sus representantes, piden cuentas a los gobernantes por sus hechos públicos y sobre todo la democracia es una norma política basada en la igualdad y la justicia. 

Así se afirma que la democracia implica el respeto de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales como: la de asociación y de reunión pacífica, de expresión y de opinión, de pensamiento, de conciencia, de religión o creencias, el derecho en todas partes al reconocimiento de la personalidad jurídica y el derecho a participar en la dirección de los asuntos públicos, directa o por medio de representantes libremente elegidos, a sufragar en un sistema pluralista de partidos y organizaciones políticas y a ser elegido en elecciones periódicas, auténticas, libres y limpias. 

Esta definición ilustra el hecho de que la democracia no se limita a la organización de elecciones, por muy fundamentales que sean, sino que abarca los valores de la responsabilidad y la rendición de cuentas. Por lo tanto, el fortalecimiento de las infraestructuras democráticas locales refuerza el avance de la democracia en todo el mundo. En última instancia, la democracia es más sólida y resistente cuando se basa en mecanismos legítimos, representativos y justos de interacción sociopolítica. Por lo mencionado garantizar la democracia debe ser una preocupación primordial y permanente para los pueblos. Las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y el estado de derecho conducen inevitablemente al retroceso de la democracia.  La democracia no pertenece a ningún país o región particular. Las reglas constitutivas, las normas y los valores son universales y se basan en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y los principales instrumentos internacionales de derechos humanos.  

La expansión mundial contemporánea de la democracia es un movimiento dinámico que responde al impulso y las aspiraciones populares de adhesión a los principios de los derechos humanos y el estado de derecho, en aras de una mayor justicia y libertad. Finalmente, los pueblos deben hacer todo lo posible por respetar los principios del estado de derecho, en particular la separación de poderes, la independencia del poder judicial, la independencia y la rendición de cuentas, y los sistemas de frenos y contrapesos institucionales, como garantes de la protección contra la impunidad, la corrupción y el abuso de poder. La educación en derechos humanos y la educación cívica fomentan la cultura y las prácticas democráticas y promueven una cultura de paz, por lo que sugiero que se deben incorporar sistemáticamente en los programas escolares y universitarios. 

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