Fútbol y nación

Christian Pérez

El campeonato mundial de la FIFA nos alejó de la realidad por unos días, hasta que la selección ecuatoriana fue eliminada. Volver a la realidad siempre será complicado, más aún cuando se trata de la ecuatoriana: llena de sorpresas y acciones inverosímiles. Es entonces el fútbol solamente un distractor de las contingencias de la realidad donde las élites se aprovechan que todos están atentos a una pantalla para, de manera oportunista, tomar decisiones políticas, económicas y jurídicas que en el devenir normal sería complicado hacerlo.

Pero, al menos, una lección positiva nos ha dejado el fútbol: la unión como nación para alentar al equipo nacional, celebrando sus goles y sufriendo sus derrotas. Según el politólogo Anthony D. Smith, la nación puede ser definida como “una comunidad humana con nombre propio, asociada a un territorio nacional, que posee mitos comunes de antepasados que comparte una memoria histórica, uno o más elementos de una cultura compartida y un cierto grado de solidaridad”.

La pregunta básica sería respondernos ¿qué memoria común o cultura compartida puede unir a un pescador de Manabí, un indígena agricultor de Ambatillo y a una persona empresaria de Quito? Al parecer ninguno, siendo precisamente esta falta de intereses comunes el origen de la limitada conciencia social, ausencia de solidaridad y abundante corrupción que campea en el país.

Como vemos, el fútbol es de los poquísimos elementos que nos generan una identidad como nación, que motiva la unidad entre blancos, mestizos, afrodescendientes, indígenas, montubios, pobres y ricos, olvidando lo que nos separa y afianzando aquello que nos genera sentimientos de comunidad.

En definitiva, es necesario que, desde el gobierno, en todos sus niveles, se regrese a ver a aquellos elementos que no generan obra política, ergo, votos; pero que cohesionan los sentimientos de quienes habitamos en este país. Que no sea únicamente el fútbol aquello que motiva la pertenencia a esta nación, sino también la cultura, el arte, entre otras expresiones, y hacia allá se debe volver para fortalecerlo.