Fin del COVID-19

Iván Paredes

Se ha acabado la molestia, preocupación y hasta el trauma psico-social de una pandemia que azotó al mundo en pleno siglo XXI, haciendo que muchas personas se golpeen el pecho pidiendo clemencia y compasión que, hasta le compararon con una de las siete plagas del Apocalipsis; otras, aprovecharon las circunstancias para llenarse los bolsillos a costa de los incautos y hombres de poca fe. Pero, con esta dura experiencia la humanidad no entiende lo que hemos atravesado, convirtiéndose en un hecho más que pasara a la historia.

Los grandes expertos y con la preocupación que los caracteriza (metafóricamente) han resuelto y establecido el fin del agresivo virus que adquirió el nombre de COVID-19, así lo determino la Organización Mundial de la Salud (OMS) por intermedio de su director Tedros Adhanom, este cinco de mayo de 2023, como el día de la finalización de la emergencia sanitaria internacional ocasionada por la famosa epidemia. Como es de suponer, en sus “grandes” discursos y decisiones dejan una intriga de misterio e incertidumbre, sea porque no les conviene, el temor o el desconcierto los absorbe, es decir, nunca es blanco o negro para ellos, siempre se quedarán en el lado gris, así pueden lavarse las manos como Poncio Pilatos porque, luego de indicar que no tenemos de que preocuparnos y empecemos a saltar y bailar, advirtieron que “el virus está aquí para quedarse” pudiendo generarse nuevas variantes que nos ponga al filo de la cornisa otros tres años más.

Han resuelto los iluminados, ahora nos tocará escuchar a los otros iluminados de cada país y región, o se escuchará su silencio para librarse de cualquier crítica o responsabilidad y no comprometerse como es su deber en informar a sus habitantes con la verdad y seriedad que el caso lo amerita. Con esto, tienen vía libre para hacer y deshacer a su antojo con el porvenir y futuro de la humanidad.