Varias son las páginas de Facebook recientemente creadas que, previo al inicio de la campaña electoral, difunden mensajes que desprestigian a la administración del exalcalde Luis Amoroso. Algunas, sin mayor sorpresa, simpatizan con el alcalde Javier Altamirano.
Cualquier persona con un poco de memoria entendería que los simpatizantes de Altamirano, al igual que los de su antecesor, utilizan numerosos artificios para deshonrar a su contrincante. Al parecer, dos ejércitos de trolls están preparados para librar una batalla digital en los próximos días. Entiéndase como troll “al usuario (de redes sociales) que publica mensajes provocativos u ofensivos”.
Al explorar la página de Facebook de la Municipalidad de Ambato, es posible identificar perfiles de comportamientos similares y repetitivos que interactúan en cada publicación: vanagloriar al alcalde y agradecer por obras que no le pertenecen. Unos cuantos perfiles corresponden a trabajadores de la municipalidad quienes, -al igual que los trabajadores de la ex administración, al considerar que una nueva autoridad podría dejarlos sin empleo-, expresan simpatía forzada.
Pocos de aquellos perfiles critican a la Alcaldía cuando en redes sociales imparciales los mensajes de inconformidad y rechazo para ambas candidaturas son abundantes y diversos. Otras cuentas que interactúan utilizan fotografías falsas o registran pocos contactos y seguidores.
El comportamiento forzado por intentar destacar la gestión del alcalde también es evidente cuando dichos perfiles son empleados como una herramienta adicional de comunicación que busca generar un mayor alcance orgánico de las publicaciones de la municipalidad. Incluso, las cuentas de WhatsApp de los trabajadores son utilizadas para difundir el accionar del burgomaestre o exponer los recientes videos en los que Altamirano confronta a Amoroso.
La historia se repite en las páginas que promocionan la precampaña del exalcalde Amoroso: manifestaciones que desean su regreso, simpatizantes que cuestionan al actual alcalde, extrabajadores del municipio que fantasean con recuperar su cargo y detractores que apoyan a Altamirano.
¿Qué nos queda? Esperar que la Navidad nos dé nuevos y mejores candidatos para las elecciones del 2027.