El Gobierno de exgerentes

Giuseppe Cabrera

En Carondelet se frotaron las manos creyendo que habían sorprendido a Pachakutik pactando un “congelamiento” de combustibles con un precio incluso mayor al que rige en el mercado, es decir subieron el precio y lo dejaron estancando, lo que significa que si el precio del barril baja el distribuidor gana todo ese excedente pero, se olvidaron que la interconectividad actual, hace muy difícil mentir y en minutos de que el Presidente Lasso publicara la decisión de pasar por un congelamiento, lo que en realidad fue un paquetazo, rápidamente le refutaron en redes sociales y provocaron que PK notara el engaño que había sufrido.

Ser estratega en política no es mentir o por lo demás no de forma tan evidente, ni tampoco engañar al otro con la mentira impresa en la frente, eso no tiene nada de astuto, ni de aprendiz de Maquiavelo, es solo viveza criolla que se detecta rápido y genera desconfianza entre quienes se sentaron a la mesa.

Al Gobierno le hace falta estrategas políticas sagaces, de esos que estructuran discurso en torno a una idea, como que todas las empresas públicas no funcionan, que es algo instaurado en el sentido común, gracias a medios, actores de opinión y políticos mal informados, aun cuando la rentabilidad del Banco del Pacífico o CNT, demuestran que esa idea es falsa.

Entonces, mentir no es lo mismo que convencer, así por ejemplo, el Gobierno está arriesgando demasiado al intentar engañar a PK, con el congelamiento del combustible, cuando hábilmente pudo haberles llevado a votar a favor de su proyecto de ley CREO, ahora dividido en 3, si en verdad congelaba a los precios del mercado vigentes a la fecha del acuerdo y, aún así salía ganando, porque nada asegura que el precio del barril vaya a seguir subiendo y, que por tanto se iban a tener que pagar millones por subsidio que el Gobierno no quiere soltar.

Este Gobierno de exgerentes está acostumbrado a mandar, sin debatir, sin justificar, solo ordenando y viendo que se cumpla y, el país no es su empresa, sino más bien algo parecido a un sindicato, donde si no se ponen de acuerdo todos, difícilmente van a ser capaces de alcanzar fines comunes.