Ecuador: la historia de un pueblo inerme

Ecuador: la historia de un pueblo inerme
Joffre Villalba

Joffre Villalva Cassanello
Parece mentira que hayan pasado más de 57 años para darnos cuenta de que seguimos igual de inermes que cuando no teníamos democracia; y es que el pueblo no tiene medios para defenderse tal como entonces; se
coartan los derechos, los ecuatorianos del páramo van a la ONU a mendigar auxilio, ni las Cortes Internacionales regresan a ver con buenos ojos al pueblo ecuatoriano luego de lograr un prisionero en el suelo mexicano. Terminamos pagando ingentes sumas de dinero por
merecer que autócratas nos gobiernen, el pueblo sigue desangrado en las calles llenas de balas y delincuencia, principalmente eso, sin sonar a queja ni a exageración. Buscamos en el cielo el agua que nos hace falta por la falta de provisión de 7 años de malos gobiernos
continuados, con los culpables viviendo como inocentes, con los corruptos tapando las bocas de los desdichados; con programas pautados rimbombantes y altisonantes para gritar medias verdades que confundan a la gran mayoría de conciudadanos, y callamos por costumbre y por temor a que nos digan ignorantes cuando se nos dice la verdad, cuando el precio que pagamos como familia ecuatoriana sostiene con sufrimientos a las empresas internacionales de los grandes consorcios enquistados en el país a base de mañosería politiquera, aquellos que
viven exonerados de todos los dolores de pagos de impuestos, mientras que el trabajador lo siente en carne propia, el obrero y la ama de casa, el estudiante y el pueblo que no llega a fin de mes con un dólar en el bolsillo y todos los demás que sobrevivimos de nuestra
creatividad por ser reaccionarios a la suerte de metáfora invivible que nos regaló la democracia: para ser la gente explotada y sin derechos. ¿Deberemos extinguirnos acaso sin pena ni gloria como dicen los que aniquilan a los representantes populares? ¿Quién recuerda a
Pedro Briones, Lázaro Condo, José Tendetza; Rafael Brito, Milton Reyes, Abdón Calderón Muñoz, Jaime Hurtado, Jaime Roldós?. Parece que la única oportunidad del pueblo es depender 24/7 de los militares en
las calles o de los policías en bici.