Des – unidad

Iván Paredes

Empiezan a escucharse voces para las candidaturas a la presidencia del país sin, siquiera, haber sonado la campana, pero ya se encuentran en el cuadrilátero listos para clamar la unidad de todos desde la des – unidad del Ecuador.

Desde este espacio de opinión, manteniéndonos firmes, consientes y consecuentes con la realidad y el análisis investigativo, podemos afirmar que la des – unidad nace desde los movimientos y partidos políticos, en especial, los de larga data que buscan objetivos diferentes al progreso, desarrollo y bienestar ecuatoriano, utilizando mecanismos grises aceptados por el sistema para gobernar a un país sumido en el individualismo y la división regional. Internamente estas organizaciones han tenido estos males durante largos años, en que no han podido solucionar; entonces, como pueden exclamar desde la perspectiva de la unidad que van a transformar o cambiar las relaciones sociales, cuando dentro de sus militancias existen fuertes diferencias y contradicciones que generan semi – grupos aprendiendo la grandeza de hacer trampa para que su ¨amigo¨ pueda ser el candidato de su organización y, así gritar que ha triunfado la unidad; es más, se inventaron la frase de la ¨unidad en la diversidad¨, pero que dista mucho de lo reflejado en la vida diaria de la sociedad ecuatoriana.

Personas que han llegado a ser autoridades por respaldo de un movimiento político, no han querido afiliarse o, peor aún, desconocido la colaboración y aporte de la organización política que le empujo a saborear el poder, la fama y llenarse los bolsillos del vil metal que, en definitiva, es aquello, un vil metal.

Suenan nombres, se escucha candidaturas, ansían llegar a ocupar la silla presidencial, para ello, necesitan la decisión de la mayoría de votantes, es decir, la gran unidad que todos quieren y dicen tener, pero que en ese despropósito no pueden mirar la desunión producto de ese cobertizo político que gira en torno a la des – unidad.