Concertación : ¿es posible?

Ángel Polibio Chaves

Escuché hace poco a un candidato a la Presidencia de la República, quien, con mucha sensatez manifestaba que en el caso de triunfar en las elecciones, consideraba que aquello no justificaba festejo alguno,  uesto que la situación del país era de tal naturaleza que asumir la primera magistratura del país implicaría una enorme responsabilidad y sortear grandes dificultades, tal vez recordando expresiones de Olmedo, quien señaló que el ejercicio de una función pública en modo alguno puede considerarse fuente de privilegios, sino al contrario, constituye una pesada carga sobre los hombros de aquel que fuere elegido o designado para desempeñar esa función.

Pero más allá de eso, como simple ciudadano considero que la sentida expresión del candidato evidencia la necesidad de tener conciencia plena de las dificultades que enfrentará el futuro presidente y la necesidad de que, concluído el proceso electoral, TODOS aunemos nuestra voluntad para ayudar al elegido a desempeñar adecuadamente su labor.

Esto implica necesariamente dos puntos a considerar: CONCIENCIA plena del pueblo sobre la situación que vive el país para motivarlo a la concertación, y CONFIANZA, que el elegido sea capaz de desencadenar este proceso y es, en este último punto, en el que debemos detenernos a pensar cuando consignamos nuestro voto: hemos de elegir a quien tenga condiciones para motivar esa concertación; una persona que por su condición moral e intelectual suscite la suficiente confianza para ello; que nos permita aproximar posiciones alrededor de objetivos nacionales comunes.

Desde mañana se inicia el llamado silencio electoral; esta es una elección muy importante; como ciudadanos debemos pensar profundamente  sobre lo que significa nuestro voto; no lo podemos consignar irreflexivamente.

En este caso, me he permitido solamente poner a consideración de mis lectores un elemento más a tomar en cuenta para su decisión: debemos elegir a alguien en quien podamos confiar.