Eddy Arrobo Rodríguez
En la provincia de Loja, como en el resto del país, millares de jóvenes con diplomados, especializaciones, maestrías y doctorados no tienen trabajo; por esta causa con el afán de encontrar un lugar que les permita lograr un buen estándar de vida y poder asegurar un mejor porvenir, se está viviendo una nueva ola migratoria.
En tiempos de campaña el Sr. Guillermo Lasso, en el Colegio Técnico en Lumbisí, literalmente indicó que los jóvenes merecen una oportunidad y “trabajará con, por y para ellos”; desde este ofrecimiento a la fecha, nuestros jóvenes profesionales ven indignados que en el gobierno del encuentro, se está relegando a los jóvenes y no se dan oportunidades a gente nueva.
Los ciudadanos vemos con estupor que en la mayoría de instituciones públicas se viene designando a personas que ya entregaron su experiencia y sapiencia en la función pública, los mismos que gozan de una merecida jubilación y ya tuvieron la oportunidad de servir desde el sector público. Ahora, si no quieren estar en inactividad laboral y dejar sus puestos de trabajo, les toca desempeñarse en el sector privado, aprovechar esa sabiduría intrínseca, invirtiendo sus fondos en emprendimientos o proyectos de carácter privado, con lo cual promoverán la creación de fuentes de trabajo, dinamizando nuestra escuálida economía; nuestros jubilados deben saber que al invertir sus bien ganadas liquidaciones en pólizas a plazo fijo, no tendrán mayor rentabilidad, ya que las mismas son de un interés irrisorio, siendo la banca, la mayor beneficiaria del esfuerzo de años de trabajo.
Lo que debe quedar claro es que no se puede hablar de un país solidario, privilegiando a unos cuantos y marginando, quitando plazas de trabajo a nuestros jóvenes profesionales.